El vino es el hilo conductor de la Vendimia en Toro y, no solo es el producto más consumido por toresanos y visitantes durante las fiestas, sino que también es el protagonista de algunos de los actos que concitan más interés y que contribuyen divulgar su calidad y tipicidad. Uno de esos actos es la tradicional cata de vino celebrada ayer en el liceo del Teatro Latorre y organizada por el Consejo Regulador que, un año más, reunió a decenas de aficionados interesados en ampliar sus conocimientos sobre la Denominación de Origen, sus bodegas, las variedades de uva o la amplia gama de vinos que se elaboran en Toro.

El veedor del ente regulador, Carlos Gallego, dirigió la cata durante la que los participantes probaron cinco vinos genéricos, un malvasía, un joven, un tinto roble, un crianza y un reserva, aunque también tuvieron la oportunidad de disfrutar del aroma y del sabor de un vino blanco en plena fermentación y de una mezcla de garnacha con verdejo que tampoco ha concluido el citado proceso. La elección de estos vinos de la añada actual que todavía no han concluido el proceso de fermentación, muestras que aportaron bodegas que no han finalizado la vendimia, permitió a Gallego explicar a los participantes el proceso de elaboración de los vinos, el motivo por el que presentan turbidez, la función de las levaduras o cuándo es necesario realizar correcciones de acidez o sulfuroso antes de que concluya la fermentación alcohólica para alcanzar el equilibrio deseado de los futuros tintos o blancos.

En este punto, el veedor del Consejo Regulador matizó que en los primeros días de la fermentación el azúcar se está convirtiendo en alcohol y aporta las primeras "pistas" sobre cómo van a ser los futuros vinos, aunque es preciso controlar, cada día, diferentes parámetros como la temperatura o la densidad. Del mismo modo precisó que, en campañas de vendimia como la actual, las condiciones en las que se realiza la fermentación son las idóneas, porque cuando las temperaturas del exterior son elevadas como este año "las fermentaciones son más rápidas y limpias".

La cata de vinos celebrada ayer en el liceo del Teatro Latorre cumplió a la perfección el fin didáctico que persigue el Consejo Regulador, ya que permitió a los participantes conocer en profundidad las peculiaridades de la Denominación de Origen Toro, integrada por 15 municipios de las provincias de Zamora y Valladolid. Ya por la tarde, también en el liceo del Teatro Latorre, se celebró el concurso comarcal de vinos caseros "Premios Lagarejo" en el que se inscribieron una treintena de elaboradores y un equipo de expertos formado por Carlos Gallego, Tomé García, Sara Lorenzo, Mauri Segovia y Pedro Oliveros, fue el encargado de valorar las muestras aportadas. En total, los catadores valoraron la calidad de 22 vinos tintos sin barrica y ocho envejecidos en madera.

Para seleccionar los mejores vinos, los expertos analizaron diversos "defectos" como la oxidación, su reducción o la presencia de aromas que denotan exceso de humedad. Tras probar todas las muestras, el primer premio de tintos sin barrica fue concedido a David del Teso, mientras que Noemí García y Jesús Gorosabel se clasificaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.

En la categoría de vinos tintos con barrica los premios recayeron en María Alexandra Pérez, Diego Fernández y Alfonso Rodríguez. Los premios del certamen se concederán hoy una vez finalizado el desfile de carros engalanados a la antigua usanza con el que será clausurada la fiesta de la Vendimia.