El pistacho se ha consolidado como el cultivo alternativo de Castilla y León con más proyección de crecimiento, al triplicar en pocos años la superficie destinada a la siembra del árbol del que se obtiene el fruto seco y que, en la actualidad, alcanza las 1.700 hectáreas, de las que un 20% se encuentran en plena producción y 545 se localizan en la provincia. El consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero, visibilizó ayer la apuesta de la Junta por el sector pistachero con la visita realizada a la cooperativa Naturduero de Toro y a la plantación de uno de los socios, en la que comprobó el proceso de recolección del fruto.

Destacó Carnero que en una jornada reivindicativa contra la despoblación del medio rural como la celebrada ayer, la mejor manera de resaltar el valor de los pueblos es "poner en valor la actividad agraria" y proyectos como el impulsado por Naturduero. Uno de los pilares del medio rural, como subrayó, es la agricultura, un sector en el que la producción de pistacho se está afianzando como un cultivo alternativo, además de ser el que más crecimiento ha experimentado en los últimos tres años, ya que ha multiplicado por 3,5 su implantación.

Del mismo modo, subrayó que el pistacho "tiene recorrido" por el creciente consumo de pistacho, no solo por sus propiedades como fruto seco sino también porque, cada vez más, se demanda más en la alta gastronomía. El consejero de Agricultura también ensalzó el trabajo realizado por Naturduero que es el fruto del trabajo de los 45 socios con los que cuenta en la actualidad y que, con las 300 hectáreas que han aportado a la sociedad, han apostado por el pistacho "en toda la cadena del valor alimentario" ya que, además de producir el fruto, también lo transforma y se encarga de su comercialización, por lo que es "un ejemplo" de los proyectos que necesita la región. Por su parte, Aurelio González, socio de Naturduero y secretario general de UPA en Castilla y León, remarcó que el pistacho es uno de los cultivos "con más futuro" y reclamó más apoyo de la Junta para este fruto y para la almendra.

Entre otras ventajas, precisó que frutos leñosos como los citados permiten ahorrar agua y reducir los costes de producción, aunque también la cosecha está garantizada hasta en condiciones extremas de sequía. Por otra parte, resaltó que Naturduero cuenta en la actualidad con 45 socios de Zamora, Salamanca y Valladolid que han apostado por un cultivo rentable que solo precisa "un poco de paciencia", ya que no se recolecta fruto hasta siete años después de la plantación del árbol. La cooperativa dispone de 300 hectáreas y los árboles más antiguos plantados hace 14 años producen alrededor de siete kilos, por lo que la recolección media es de 1500 kilos por hectárea. En el mercado, el pistacho de Naturduero alcanzó el pasado año un precio de ocho euros por kilo.