Jesús López Cobos no pudo ver cumplido su deseo de que el documental sobre su vida se estrenara en Toro. Su fallecimiento el pasado año, entre otros motivos, impidieron que la película "Música en las manos", dirigida por la cineasta Cristina Otero, pudiera proyectarse por primera vez en la ciudad que le vio nacer, una deuda que se saldó ayer durante un emotivo acto celebrado en el Teatro Latorre, en el marco del festival internacional de música clásica con el que Toro pretende mantener vivo el recuerdo de su gran referente humano y musical. A la proyección asistieron Otero y el hijo menor del maestro, el también director de orquesta, François López Ferrer, quien confesó que, tras la muerte de su padre, suponía un gran paso ver al completo la película, un reencuentro que tuvo lugar ayer en Toro.Visiblemente emocionado, agradeció a los toresanos presentes en el Latorre la "cálida bienvenida" que le han dispensado en los últimos tres días en los que, en Toro, ha podido "sentir la presencia" de su padre en cada rincón de la ciudad.

Aunque "Música en las manos" se estrenó en Valladolid, Otero reconoció que "el verdadero estreno" de su obra tuvo lugar ayer en Toro, porque así lo había acordado con López Cobos. El documental recorre en 84 minutos algunos de los escenarios esenciales de la vida del director y recopila conversaciones con Otero, grabadas a lo largo de seis años. La película arranca con imágenes de López Cobos dirigiendo a la Joven Orquesta Nacional de España en unos ensayos y que se convierten en el punto de partida de un viaje por lugares muy presentes en la vida del maestro, como su ciudad natal con la que mantuvo una relación muy especial. Un ensayo con alumnos de la Escuela de Música de Toro, la fiesta de la vendimia, el mirador del Duero desde el Espolón, un reencuentro con las madres dominicas o la interpretación de una pieza en el órgano del convento del Sancti Spíritus, en el que recibió sepultura, son algunas de las secuencias que más emocionaron ayer a los toresanos.

El documental dio paso a un coloquio que clausuró un fin de semana repleto de música, gracias a conciertos como el ofrecido el pasado sábado por La Rondalla y la agrupación de La Coruña, Camerata Piú Bella.