La Virgen de las Viñas reinó ayer en Morales de Toro, localidad que vivía una Fiesta de la Vendimia muy animada, pues los moralinos salieron a las calles a disfrutar del buen tiempo y a desquitarse de las ganas de "jarana" acumuladas del sábado, día aquel pasado por agua.

La jornada comenzaba con la misa, a la que asistieron puntuales todos los feligreses habituales de la parroquia y algún vecino más para arropar al párroco Francisco Ortega Vicente Rodríguez antes de su partida a su nuevo destino pastoral, en Morales del Vino. En la emotiva despedida muchos moralinos quisieron dirigir unas palabras al sacerdote, incluido el acalde, Luis Segovia.

Después, la Virgen de las Viñas procesionó rodeada de vides en un carro engalanado con mimo y esmero para la ocasión, acompañada de otra figura de Jesús, y seguida de cientos de sus fieles devotos por las de Morales de Toro.

Feria en la Plaza Mayor

La Plaza Mayor también hervía bulliciosa dada la afluencia de moralinos y forasteros que paseaban entre los puestos, contemplaban los diferentes carros tradicionales cargados de uvas, bebían un mosto o degustaban los ricos vinos de la añada anterior. No en vano Morales concentra un gran número de las bodegas de la DO Toro y una gran cantidad de viñedos. El grupo Vacceos puso con sus jotas la animación folclórica a esta fiesta.

El arroz fue el gran protagonista culinario de la jornada, para unos con la degustación de paella en el entorno de la iglesia de San Juan y para otros con la comida popular a base de arroz a la zamorana, un plato más propio de la tierra, que organizaba la Asociación Cultural Lagarada, de Morales.

El concierto de Mandala por la tarde ponía fin a la fiesta y hoy Morales de Toro volverá a la normalidad, y muchos de los vecinos continuarán con la vendimia y el resto de trabajos que da la uva en esta época del año.