Los abuelos. Esos segundos padres para muchos. Ese apoyo en los que se puede encontrar miles y miles de anécdotas e historias del pasado que dan para horas y horas de escucha. Esas personas que sienten un amor condicional por sus nietos, y los que prestan una labor fundamental en la sociedad. Los abuelos toresanos piensan que, a diferencia los jóvenes, los niños de ahora están un poco "consentidos", y todo debido a las nuevas tecnologías que han revolucionado el mundo. Las personas mayores representan un pilar fundamental en las familias, ya que, muchas veces son los que se encargan de cuidar a sus nietos cuando los padres trabajan.

Los abuelos toresanos están de acuerdo con esto y manifiestan que lo hacen encantados. Además, según una encuesta realizada a 750 personas mayores de 60 años en el 2018, "un 23,5% de abuelos están con sus nietos cada día para llevarlos a la escuela y darles la comida o la cena, ya que los padres de los pequeños trabajan". Pero, además de cumplir esta función de "cuidadores" también son narradores de grandes historias de su pasado, ya que, la vida de estos mayores cuando eran pequeños era mucho más difícil a la de ahora y con muchas diferencias. Un toresano de 89 años resalta una de ellas: "cuando éramos niños nosotros por ejemplo pasábamos hambre y los jóvenes de hoy en día tienen de sobra". "Lo que nosotros no comíamos ahora los jóvenes lo tiran", remata quejándose de la diferencia de las situaciones.

En relación con el ocio también se notan grandes diferencias, ya que, antes de la existencias de las nuevas tecnologías la calle era ese "escenario en 4G" que ahora los niños ven a través de una pequeña pantalla. Antiguamente no hacía falta nada más que una pelota y el suelo de la calle; o un simple palo y arena; en cambio, ahora, tener las rodillas con heridas día tras día es algo que solamente lo ven a través de los videojuegos. Una idea que las personas mayores de Toro también afirman. "Ahora los niños no salen mucho a jugar a la calle, ahora están con las consolas y la televisión. Ya no hay juegos como antes", manifiesta una persona mayor de la localidad. "Los niños de antes se criaban muy diferente a ahora, ya que solamente hay caprichos y antes no, lo que es un problema", manifiesta otro anciano. Y es cierto que las necesidades de ahora son muy diferentes a las de antes. Otra de las cosas que resalta una de las personas mayores es el comienzo temprano del uso de las gafas. "A mi edad, con 89 años, no necesito gafas ni incluso cuando me pongo a leer el periódico todos los días. Ahora mis nietos las necesitan desde que eran pequeños y todo ello se debe a que están todo el día frente a la pantalla de la televisión. Una gran diferencia que no sólo se nota en la edad, sino también en las costumbres. Los jóvenes de hoy en día pueden aprender mucho de sus abuelos a través de las anécdotas. Estas personas no solamente cumplen la función de "cuidadores", sino que pueden ser una gran figura de conocimiento y aprendizaje.