Los vinos de Toro son cada vez más apreciados fuera de nuestras fronteras, no en vano esta DO es la figura de calidad de Castilla y León que más porcentaje de su producción destina a la exportación, principalmente a Europa, a Estados Unidos y a Asia. A esta triada los bodegueros toresanos pronto podrán sumar un nuevo mercado en el que ofrecer sus mejores vinos: Sudamérica. Actualmente los caldos españoles pagan un arancel del 27% por entrar en Mercosur, el mercado único sudamericano que actualmente integra a dos de las principales potencias de la región, Brasil y Argentina, además de a Uruguay y Paraguay.

Una barrera que desaparecerá al entrar el vigor el acuerdo comercial alcanzado este verano entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur, un tratado que incluye una sustancial rebaja a los aranceles en automóviles y vinos, dos sectores en los que Bruselas negoció con la idea de que "España lidere el comercio europeo en Mercosur", según destacó la propia comisaria de Comercio de la Unión Europea, la sueca Cecilia Malmström, en declaraciones recogidas por la agencia de información Europa Press.

La apertura de esta región daría a los productores de vino españoles más cartas con las que jugar en el caso de que las ventas en otros mercados de destino más conocidos se vean afectadas por el Brexit o por el arancel que el presidente estadounidense Donald Trump ha amenazado con imponer al vino francés -y por extensión a todos los vinos del mercado común europeo-. Además, los bodegueros toresanos verían abierta la puerta a un nuevo mercado con 263 millones de habitantes de distintos niveles adquisitivos. Entre las debilidades que Toro y el resto de vinos españoles encontrarían en Mercosur está, principalmente, el hecho de tener que competir con otros vinos de producción local como los argentinos o uruguayos, más familiares para los consumidores de esa región del mundo.

La comisaria de Comercio también destacó que "de las casi 10.000 empresas españolas que exportan a Mercosur el 90% son pequeñas y medianas empresas" -es el caso de las bodegas que ya venden en estos países- y que estas exportaciones "generan en la actualidad 40.000 puestos de trabajo que se pueden duplicar después del acuerdo". En total, Bruselas calcula que las exportaciones españolas pagarán 500 millones de euros menos cada año por entrar en los cuatro países de Mercosur. No obstante, el acuerdo aún debe ser ratificado por los Estados miembro y algunos gobiernos europeos han mostrado reticencias, por lo que su entrada en vigor y la rebaja de los aranceles podría dilatarse en el tiempo para el conjunto de la UE.

El acuerdo con Mercosur es uno de los principales legados de Malmström, junto con el acuerdo de libre comercio con Canadá, tras su paso por la cartera de Comercio que asumió en 2014. El próximo 31 de octubre la sueca dejará la Comisión Europea y la futura presidenta de este órgano ha confiado la cartera de Comercio al irlandés Phil Hogan, que actualmente dirige Agricultura, con el objetivo de dar peso a Dublín en cualquier conversación que se de entre la UE y Londres si finalmente el Reino Unido abandona la unión. También es significativo que Hogan es uno de los principales defensores en su país del tratado con Mercosur, que ha causado cierta controversia en Irlanda por la oposición de los ganaderos locales.