El Ayuntamiento de Toro modificará el contrato suscrito con la empresa concesionaria del servicio municipal de agua, para incluir el mantenimiento de la nueva estación depuradora construida en el entorno del puente de piedra y que permitirá eliminar los vertidos al cauce del río Duero. Este trámite ha dilatado la entrada en funcionamiento de las nuevas instalaciones, lo que ha generado las quejas del grupo Ecologistas en Acción que ha solicitado por escrito al Ayuntamiento información detallada sobre los vertidos de agua al río Duero en las inmediaciones del puente de piedra y del puente de hierro. Ante esta petición, la concejala de Obras y Urbanismo, Ruth Martín, recordó que en las últimas semanas, se han realizado distintas pruebas para constatar que las nuevas instalaciones funcionan correctamente, aunque su entrada en funcionamiento definitiva depende de la modificación del contrato con la empresa concesionaria para incluir su mantenimiento.

El citado cambio, según la edil socialista, no se ha podido materializar por el momento por la "falta de técnicos" aunque ya ha sido elaborado un informe que deberá ser ratificado por el servicio de Intervención y que permitirá poner en marcha las nuevas instalaciones, una vez superado el periodo de pruebas. "Vamos paso a paso", precisó la concejala de Obras, quien recordó que el proyecto se ha demorado más de tres años por diferentes motivos como la ocupación parcial de unos terrenos adquiridos por un vecino que, en el catastro, figuraban como propiedad del Ministerio de Agricultura. En este caso, según explicó entonces el Ayuntamiento, ni el propietario de la parcela comunicó al catastro el cambio de titularidad ni la Confederación Hidrográfica del Duero realizó las oportunas comprobaciones sobre la titularidad de los terrenos. Para resolver este conflicto fue necesario iniciar un proceso de expropiación de parte de la parcela en la que fue instalada la torreta que suministra energía a la nueva estación depuradora.

De otro lado, el colectivo Ecologistas en Acción ha reclamado al Ayuntamiento datos sobre las características físico-químicas de las aguas vertidas al Duero tras pasar por la depuradora construida junto al puente de piedra, tras constatar que "se siguen vertiendo directamente al río aguas malolientes y cargadas de materia orgánica". En este sentido, el colectivo naturalista subrayó que los vertidos de aguas fecales en la zona han contaminado, durante décadas, el cauce del Duero, "perjudicando y limitando gravemente la vida acuática de este valioso ecosistema fluvial". Del mismo modo, recordó que el tramo del río a su paso por Toro está incluido, en su totalidad, dentro de la Red Natura 2000 y que está catalogado como una zona de especial conservación bajo la denominación "Riberas del Duero y Afluentes".

Por último, precisó que cualquier vertido sin depurar supone contravenir las responsabilidades contraídas por España para proteger los valores naturales incluidos en espacios naturales de conservación preferente a nivel de la Unión Europea.