Un enclave histórico como el patio del Hospital de la Cruz fue testigo de un concierto para la historia, el que en la noche del pasado jueves ofreció la agrupación musical de pulso y púa "Amigos del Arte", más conocida como La Rondalla de Toro. Su tradicional concierto de verano se ha convertido, con el paso del tiempo, en el preludio perfecto de las fiestas de San Agustín y los músicos de La Rondalla volvieron a encandilar al numeroso público que siguió su brillante espectáculo.

Para una ocasión tan especial, la agrupación musical eligió un presentador de altura al que le une una vinculación muy especial: el compositor toresano David Rivas. Durante su alocución, Rivas recordó que durante una década dirigió a los músicos de La Rondalla, trabajo que le sirvió para aprender de todos ellos y, sobre todo, para contagiarse de su pasión por la música.

Además, ensalzó que gracias a formaciones como La Rondalla, con más de siete décadas de antigüedad, pervive la gran afición musical de la ciudad, a la que también han contribuido otras agrupaciones como la Banda La Lira, el coro "La Mayor" o la banda de cornetas y tambores "Bendito Cristo de las Tres Caídas" que, este año, ha conmemorado su XV aniversario. Del mismo modo, Rivas recordó a algunos nombres propios de la música en la ciudad y, de forma especial, recordó a Jesús de la Sota quien, este año, no ha podido acudir al concierto de La Rondalla por motivos personales.

Las palabras de aliento de Rivas dieron paso a la música y bajo la dirección de Miguel Oncalada, los músicos de La Rondalla interpretaron un variado repertorio de melodías que fue presentado, con mucho humor, por uno de sus integrantes. Durante el espectáculo, la agrupación interpretó, entre otras canciones, "Carrascosa", "La Revoltosa", "A mi manera", "Quizá, quizá" o "Romanza", al margen de una selección de melodías de "The Beatles". El numeroso público que disfrutó del espectáculo ovacionó a los músicos de la Rondalla tras el concierto, consciente de que su entrega y trabajo diario, sirve para obtener la esperada recompensa de los aplausos.

A lo largo de más de siete décadas La Rondalla ha logrado inculcar su pasión por la música a jóvenes y mayores que, en cada actuación, demuestran que son como una gran familia que se mantiene unida en los buenos y malos momentos. Durante todo el año, la agrupación musical prepara con especial ilusión el concierto de verano porque, en la jornada previa al inicio de las fiestas, vuelve a reencontrarse con sus fieles seguidores y con los amantes de la buena música.