La apertura a los visitantes del Arco del Reloj o la creación de la ruta "Huellas de clausura" por conventos toresanos son los dos proyectos turísticos que el Ayuntamiento pretende poner en marcha de forma "inminente", con el objetivo de que Toro se consolide como "un referente de calidad y un destino preferente". Sobre la apertura al turismo de los monasterios , el alcalde, Tomás del Bien, reconoció que, con tres de ellos, el Ayuntamiento ya ha concretado el "régimen de visitas", mientras que otros dos, uno por su reciente cierre y otro porque "está cercano a la extinción de su comunidad en Toro", no será posible su inclusión en la nueva ruta "Huellas de clausura".

El segundo proyecto turístico en el que trabaja el Ayuntamiento es acondicionar el Arco del Reloj, "uno de los emblemas de la ciudad", para que pueda ser visitado por los turistas. Para lograr este objetivo, como anunció del Bien, tiene previsto mantener "conversaciones" con la Junta, al objeto de intentar recabar su ayuda para dotar de más seguridad y mejorar el acceso a la torre del Arco del Reloj, desde la que los turistas podrán disfrutar de una "maravillosa perspectiva de la ciudad".

Por otra parte, el alcalde animó a más empresas y establecimientos de la ciudad a obtener distintivos como los que otorga el Sicted (Sistema integral de calidad turística en destinos) y a superar con éxito las medidas de control, que garantizan la calidad del servicio que ofrecen a los visitantes. En el plano turístico, el Ayuntamiento ha encontrado un aliado en la Diputación, ya que como anunció ayer en Toro su presidente, Francisco José Requejo, la institución estudia recuperar la antigua bodega de la residencia Virgen del Canto para que pueda incluirse en el recorrido por estancias subterráneas históricas, además de colaborar en la "Noche blanca".