Con emoción y la alegría propia de una fiesta de cumpleaños, los toresanos celebraron en la noche del pasado jueves 300 años de convivencia con uno de los emblemas patrimoniales de la ciudad: el Arco del Reloj. Numerosos toresanos se congregaron en las inmediaciones de la antigua Puerta del Mercado sobre la que se yergue la esbelta torre que aloja el reloj que, desde hace tres siglos, marca el ritmo de vida de la ciudad, así como una campana a la que se asocian tradiciones muy arraigadas en Toro como el "toque de queda".

Música, un espectáculo de luces y otro pirotécnico conformaron el menú festivo diseñado por el Ayuntamiento para conmemorar el III centenario del inicio de las obras de construcción del insigne monumento. Para abrir boca, el grupo "Distrito Pop" repasó durante un concierto algunas de las canciones que también forman parte de la historia, en este caso del pop rock español. El público coreó conocidos éxitos de grupos como La Guardia, Duncan Dhu, Danza Invisible o La Frontera, entre otros.

Tras el concierto, las numerosas personas que se congregaron en la Puerta del Mercado y la Plaza Mayor pudieron disfrutar de un espectáculo de luces proyectado sobre el monumento. Muchos de los asistentes grabaron con sus teléfonos móviles el espectáculo, conscientes de que ya forma parte de la historia del monumento.

La proyección de las luces de colores, que también recrearon diferentes formas sobre las piedras del monumento, fue acompasada con música y un breve espectáculo pirotécnico clausuró la celebración. En próximas fechas, el Ayuntamiento de Toro organizará un ciclo de conferencias sobre el Arco del Reloj, aunque también programará para el otoño visitas a la estilizada torre, una vez que se acometan mejoras para acondicionar los accesos. El Arco del Reloj es, sin duda, uno de los monumentos más conocidos de Toro, quizá por la extendida leyenda que alude a que la argamasa utilizada en su construcción no fue elaborada con agua sino con vino de la tierra.