Para muchos es la primera vez que los visitan. Otros ya lo has visto alguna otra vez. Pueden llegar de paso, o para quedarse unos días. Da igual, todos tienen la misma opinión: les encanta. Toro es una ciudad rica en patrimonio, o eso opina un turista procedente de Bélgica. Entre los lugares favoritos de la ciudad para los turistas destaca la Colegiata Santa María la Mayor, el Espolón y sus vistas a la Vega del Duero y el recorrido de la Plaza Mayor desde esta zona hasta el Arco del reloj.

"Nos está gustando muchísimo. Hemos venido a hacer una ruta con moto y la última parada fue Zamora y Toro. Es la primera vez que venimos y antes pensábamos que era una ciudad más grande y con más agobio, pero nada de eso, es muy tranquila", declara una pareja procedente del País Vasco.

Y no sólo los del norte vienen a ver la ciudad, los del sur también quieren admirarla. "Nos ha gustado todo lo que hemos visto de momento. No podríamos decantarnos con nada porque no es comparable, aunque los pórticos que hemos visto en La Colegiata son preciosos y las vistas nos encantan", detallan.

Otros viajeros, procedentes del centro del país, además de coincidir con el resto de turistas en sus declaraciones, destacan la limpieza que tiene la ciudad, y "eso se agradece", manifiesta una madrileña.

Con el calor del pleno verano los turistas además de visitar los monumentos de la zona deciden buscar una sombra en las terrazas de los bares de la plaza de la ciudad y pasar el rato con sus familiares o amigos disfrutando de las vistas de La Colegiata, el Ayuntamiento o el Arco del Reloj.

La mayoría de los visitantes acaban de llegar, pero presienten que lo poco que han visto les vale para opinar que les va a gustar. Es una ciudad agradable, pequeña, y con mucho que ver. Esta es la opinión de turistas procedentes de todos los puntos de España y del extranjero, como franceses o belgas, que no dudan en que han elegido bien su visita a una de las ciudades donde el patrimonio histórico y gastronómico no falta.

El pasado año 2018 muchos fueron los turistas que eligieron Toro como ciudad de visita en sus vacaciones de verano. Muchos de ellos fueron recomendados por familiares o amigos que viven en la localidad toresana, otros, llegaron la primera vez, al igual que este verano, pero todos ellos también coincidieron en una cosa: es una ciudad "bonita".

Las fotografías junto al paisaje del Espolón, desde donde se ve el Puente de piedra, o los selfies en la fachada de La Colegiata fueron protagonistas.

El Alcázar también fue uno de los lugares más visitados, tanto en el 2018 como este año, ya que allí se encuentra el centro de recepción de los visitantes. Además, la antigua cárcel de la ciudad tiene numerosas cosas que ver, como es el patio o en la parte de arriba disfrutar de las vistas de la ciudad.

Los ciudadanos de la localidad también ven en los turistas un beneficio, y no solamente los negocios, bares o restaurantes, también para los propios toresanos ya que "dan vida al pueblo". Con su presencia se ve más movimiento en las calles y eso hace que se aumente las ganas de salir a disfrutar de una calusora tarde de verano paseando por las calles de Toro.

Aunque, numerosos turistas prefieren venir días previos a las fiestas de San Agustín, que comienzan a finales del mes de agosto, para disfrutar de los numerosos conciertos, actividades para todas las edades, y el gran ambiente que se crea en la ciudad.

A pesar de ello, actualmente, desde el 4 de julio hasta el 23 de agosto se celebrán "Las Noches de Toro", espectáculos de todo tipo en donde residentes y turistas pueden disfrutar desde un concierto de flamenco, como de un musical infantil.