"Siempre he querido operarme la vista para recuperar vida". Esta es la declaración de Fernando, un joven de Morales de Toro que presenta el problema de la miopía magna desde pequeño. Una enfermedad que no le ha permitido llevar una vida normal, ya que, como asegura, a lo largo de su vida se ha encontrado con muchas limitaciones, entre ellas sacarse el carnet de conducir o, incluso, no poder acceder a determinados trabajos.

Fernando presenta síntomas desde pequeño y con el tiempo han aumentado las dioptrías. Según un informe médico del año 2014, el joven presenta 16 dioptrías de miopía en el ojo izquierdo y 1,5 de astigmatismo, y 17,50 de miopía en el ojo derecho y 1 de astigmatismo. No puede llevar una vida normal. La vida le ha puesto obstáculos por todos los lados, pero Fernando no se da por vencido: decidió hace un tiempo hacer un crowdfunding en las redes sociales y contar su historia para que llegue a muchas personas.

Bajo el título "Ayuda para Operación Miopía Magna. Recaudación de fondos" Fernando está consiguiendo su principal objetivo: que su historia se conozca y se comparta para que llegue a mucha gente. "Llevo más de cinco años pensando en difundir mi historia por las redes sociales. Siempre he sido una persona activa ayudando y apoyando a los demás, y un día me dije que por fin iba a prestarme atención a mí", declara Nando, satisfecho por los resultados obtenidos. "Amigos y familiares me ayudaron y me apoyaron con la idea del crowdfunding, y al final me lancé. No me ha sido algo fácil. Me ha costado porque a lo mejor la gente me llame caradura. Pero al final me lancé", continua diciendo.

De momento el joven ha conseguido, a través de Facebook, un total de 175 euros de los 6000 que le piden para la operación. Una intervención "muy cara", según Fernando, que asegura que cuando vio el precio se quedó "asombrado". "Pensé que era mucho dinero y a ver cuándo podría pagarlo".

La operación de la miopía magna no la cubre la Seguridad Social, por lo que Nando, como le llaman sus amigos, ha tenido que buscar un instituto oftalmólogo privado para ver si su problema tenía solución, ya que, "en la Seguridad Social no me decían si me podía operar o no", afirma. "En el oftalmólogo me dijeron que sí que tenía solución, que me podían incrustar una lentilla y dar láser, pero el precio era muy alto", manifiesta.

Aunque, a pesar de la gran cantidad de dinero que cuesta la operación Nando no se da por vencido. Sigue luchando e intentando cada día, a través de las redes sociales, que la desigualdad de la Seguridad Social con la miopía magna cambia. "Mi intención es que llegase a alguien que tenga mano y pueda cambiar las leyes de la Seguridad Social", apunta el joven revelando uno de los motivos principales de la creación del crowdfunding.

Otro de los problemas que ha presentado Fernando a lo largo de los años es que con la enfermedad que tiene no puede ver el 100%, tan solo el 80% con las gafas, y con la lentilla "algo menos". Siempre le han recomendado diferentes cosas para ver si le funcionaban mejor, pero, de momento, nada sirve. Le propusieron que probara con lentillas rígidas, ya que "se supone que se adaptan a tu ojo", subraya, pero, "no ha habido manera". También ha probado con lentillas blandas, pero tampoco le funcionaron, el ojo se le cansaba. "La experta me dijo que probara con las rígidas que me iban a ir bien, pero en mi caso no me funcionó", señala el joven.

A lo largo de su vida Nando ha acudido mucho al médico por problemas con los ojos, sobre todo en el periodo del año 2013-2014. "Empecé a notar que las líneas rectas se movían, que hacían ondulaciones. Una vez mire la esquina de una casa y la veía en curva", recuerda Fernando. A partir de ese momento tuvo que acudir a urgencia a Zamora muy a menudo, ya que, lo que le pasaba al joven es que tuvo gripe en uno de sus ojos y se le había explotado una vena, por lo que de vez en cuando tenía que volver porque cada poco tiempo tenía que acudir al centro hospitalario a que le ayudaran a controlar y parar la hemorragia. "Estuve así casi un año. No me dieron ningún medicamento para controlarlo, aunque de momento eso está estable", señala. "La única solución que había es que me pincharan inyecciones en el ojo pero la doctora que me trataba me dijo que era muy joven para pincharme, que no se atrevía", declara Nando.

Las limitaciones con las que se encuentra Fernando día a día son miles. Desde no poder sacarse el carnet de conducir, hasta que en determinados trabajos no le contraten. "El carnet lo necesito porque yo vivo en un pueblo y necesito desplazarme en coche. Utilizo el autobús para ir hasta Toro, o a Zamora cuando me toca ir a urgencias o cualquier otra cosa, pero los horarios son limitados, sobre todo los fines de semana", explica.

Con el trabajo tampoco lo ha tenido nada fácil. "Una vez me apunté a un cursillo de azafato de vuelo, les expliqué mi caso y me dijeron que tenía muchas dioritas. Por lo que no me cogieron", relata Fernando, que, día a día lucha porque esta desigualdad deje de serlo y comience a tener el mismo derecho que el resto de personas sin ningún tipo de discapacidad.

A través de la plataforma de Facebook para recaudar fondos Fernando anima a sus contactos y al resto de mundo que le ayuden con su problema, para ello explica su historia en el tablón, define que es la miopía magna, por si alguien lo desconoce, y, además, muestra imágenes de los documentos e informes médicos que ha ido guardando a lo largo de los años para que la gente se lo crea.

"Los trabajos que me salen no me dan para poder operarme, por eso quiero probar con miedo esta opción de recaudar fondos, no sé si llegara a algo o solo a críticas, pero quiero intentarlo, si quieres ayudarme te lo agradeceré de por vida y de ser así me encantaría poder conocerte para agradecértelo en persona. Sé que muchos me van a criticar por este acto pero no me importa, me importa más mi salud que el qué dirán. Muchas gracias". Esta es la declaración que aparece en la red social y con la que Nando agradece la colaboración a las donaciones obtenidas. De entre todos los donativos el joven se sorprende por aquellas de personas que no conoce y han querido ayudar sin pedir nada a cambio.

Amigos y familiares siempre le han apoyado, y, ahora, con su historia difundida por las redes sociales lo hará el resto del mundo. Una historia de superación, de esfuerzo, de voluntad por seguir día a día luchando. Una historia de no rendirse pase lo que pase. Esa, es la historia de Fernando. Aunque, más bien, es su vida. Una vida llena de baches que ha tenido que ir esquivando a lo largo del camino. De limitaciones de todo tipo que no le han parado en ningún momento.

Es un chico joven con un 44% de discapacidad. Un joven alegre y seguro que sí mismo que se emociona con facilidad. Contar parte de su vida no ha sido nada fácil para Fernando, pero finalmente ganó las ganas que tiene por hacerse oír para que la desigualdad existente cambie.