Homenaje sencillo pero sentido. Así describe Javier Vila, uno de los amigos toresanos de Tom A. Abercrombie, el homenaje post mortem al antropólogo neoyorquino. A las 19.00 horas de la tarde del pasado sábado se reunieron en un pequeño rincón los compañeros más cercanos que tenía en la ciudad. La alegría. Las lágrimas. El verdadero sentimiento de cariño y de apreciación hacia Tom no faltó en esta celebración dedicada al espíritu del experto neoyorquino. Un alma humilde, cercana y afable, según lo describe Vila, siempre permanecerá en el corazón y mente de sus más allegados.

Tom desde que llegó a Toro hace diez años siempre ha vuelto. "Tiene una casa alquilada desde entonces, y siempre ha seguido viniendo. Ya sea él sólo, su familia, o incluso sus amigos. Era un amante de la ciudad desde que se topó con ella", afirma uno de sus amigos que acudió al homenaje. Además, era un "bon viveur", según describe Vila. "Era un amante de todos los placeres de la vida, de la gastronomía, y del vino, por ello, en esta ceremonia entre amigos vamos a brindar con vino", relata. Y eso hicieron.

La celebración comenzó a las 19.00 horas en un pequeño lugar de encuentro en Toro donde todos los amigos de Tom se encontraban como en casa. A ella acudieron amigos que tenía en la ciudad, su mujer, Beth Perry, famosa historiadora, y amigos cercanos que tenía en los Estados Unidos. Todos ellos brindaron por el alma de Tom.

El acto, como afirma Vila, tenía dos partes muy emotivas. La primera de ellas fue la expansión de parte de las cenizas de Tom, según en deseo de su esposa, en un árbol dedicado en su honor: "El árbol de Tom", un árbol de Júpiter, sencillo, que se plantó el día que falleció. Al lado de este pequeño símbolo de cariño también se encontraba un azulejo, elaborado por Consuelo, ceramista de Toro y una muy buena amiga de Abercronbie. "Tiene una simbología especial ya que el abuelo de Tom fue quien creó el Jardín Botánico de la Universidad de Michigan por lo que él tenía gran aprecio al mundo de la flora y jardinería. Nos pareció oportuno dedicarle un árbol para recordarle", narra su amigo Vila.

La segunda de las partes del homenaje se basó en leer un poema del famoso poeta español Pepe Hierro dedicado al amor, amistad y la muerte. Además, el resto de invitados dedicaron unas emotivas palabras al honorado con todo cariño y respeto a su persona.

El resto del acto consistió en beber vino y comer comida típica de España y América en memoria de Tom. Hablar sobre su vida, sobre todo lo bueno que hizo por cada una de las personas que acudieron, y sobre todas las que no pudieron acudir, porque como, aseguraban en sus discursos, Tom tenía mucha gente que le apreciaba de corazón.

Abercrombie tenía un Curriculum Vitae "enorme", según las palabras de un fiel amigo toresano. "Era experto en cultura historia cultural, antropología histórica, memoria y narrativa, sociedades coloniales, mestizaje, pueblos indígenas, sexualidad, y otros muchos campos relativos a la antropología", asegura. Además, trabajó como profesor en muchas universidades del mundo, entre las que destacan la de Nueva York, del Caribe, Chile, Miami, Bolivia, entre otras. También escribió numerosos artículos, incluso en prensa, hizo numerosas presentaciones, y escribió varios libros, entre los que destacan: "Caminos de la memoria y del poder: etnografía e historia en una comunidad andina".

"El verano que pasaba aquí hacía muchas conferencias a lo largo de toda Europa", declara Vila. "Ha hecho una labor importantísima de divulgación de toro y de su cultura en Norteamérica", continua diciendo su amigo elogiándole continuamente.

Una pequeña parte de Tom siempre quedará en un pequeño rincón de Toro. Y no solamente por el llamado "El árbol de Tom", sino por todos los recuerdos que quedaran en el corazón de sus amigos más cercanos. Al igual que el famoso antropólogo fue un viajador empedernido, un amante de la vida, de conocer mundo, parte de él se encontrará en esta pequeña ciudad zamorana situada al norte de España,.En Toro, su hogar.

Sus amigos, su familia, su esposa Beth, sus hijos, todos han querido que la ciudad toresana se convierta en su segunda casa, por lo que es te homenaje "sencillo", como lo describen sus amigos, es merecedor de ese gran corazón que ha conquistado a medio mundo.