Toro recibe con los brazos abiertos a tres nuevos vecinos: los pequeños Mimi, Mohammed y Asis, una niña y dos niños recién llegados de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf para pasar los dos próximos meses en la ciudad conviviendo con los chicos españoles de su edad y con las familias de acogida, que les tratarán como a sus propios hijos.

La relación entre la ciudad de Toro y el pueblo saharui viene de largo, pues ya son varias generaciones de niños -en algunos casos de la misma familia- las que han pasado sus veranos en la ciudad de doña Elvira gracias al programa "Vacaciones en paz" de la asociación "Zamora con el Sáhara" y, sobre todo, gracias a la generosidad de algunas familias, como es el caso de la de Ángel García, que ya lleva nueve años participando en el programa y que este año tendrá en su casa a los niños Mohammed y Asis, de 11 y 13 años de edad, respectivamente.

En muchos aspectos, los niños saharauis ya son tan toresanos como cualquiera. A Asis le encantan los toros, está deseando que lleguen las fiestas de san Agustín para volver a visitar el coso, y el año pasado incluso aprendió a bailar las jotas propias de la tierra. Mohammed

Además, los tres dominan el español. Los dos niños lo han practicado ya en Toro, y Mimi pasó el verano de 2018 con una familia de Villabuena del Puente, y aunque es un poco más tímida y también está aprendiendo francés en la escuela, pronto hablará el castellano igual que los demás.

Precisamente con este objetivo de facilitar su integración en la sociedad toresana y que puedan pasar un verano divertido y provechoso para su aprendizaje y su crecimiento personal, el Ayuntamiento de Toro facilitará a los tres niños el acceso gratuito a todas las actividades lúdicas, culturales y deportivas que haya en la ciudad, tal y como les indicaba ayer personalmente el alcalde, Tomás del Bien: "podéis entrar gratuitamente en todo, a la piscina, a los conciertos, a las "Noches de Toro", al cine al aire libre... esta noche tenemos jarana aquí abajo, actúan siete grupos musicales que son de Toro, tenéis que venir", les invitó el regidor. Una invitación que se hace extensible a los diferentes campamentos urbanos que se organizan a lo largo de estos dos meses para los niños.

Pero con una condición que el primer edil les ordenó: "que disfrutéis mucho y aprendáis todo lo que podáis". Del Bien recibió a los tres niños y a sus familias de acogida en el salón de plenos del Ayuntamiento, donde cada uno recibió una bolsa llena de material escolar. Aparte de eso, el Consistorio costea el traslado en avión desde Tinduf hasta España, y el viaje de vuelta, en el que sin duda los pequeños llevarán las maletas bien cargadas con ropa y comida para ellos y sus familias. "Intentamos darles todo lo que se puedan llevar porque en los campamentos hay muchas necesidades y tratamos de hacerle la vida un poco más fácil, no solo a ellos, sino también a sus familias. Esta mañana Asis nos contaba que están durmiendo a la intemperie", explica Ángel García. No es para menos, en los meses de verano se llegan a alcanzar los 50 grados en el desierto.

A veces esa ayuda que se llevan no es suficiente y por eso muchas de las familias de acogida visitan los propios campamentos de refugiados, este toresano ya ha estado cinco veces, pero son muchos de los socios de "Zamora con el Sáhara" los que van periódicamente hasta Tinduf para conocer de primera mano el drama del pueblo saharui, y para ayudarles en lo que sean capaces.

Pero el compromiso de las familias de acogida no se limita a estimular a los niños y a proporcionarles todo tipo de ayuda a ellos y a sus familias. "Zamora con el Sáhara" también está comprometida con la lucha del pueblo saharaui, el único país de África que en pleno siglo XXI no ha alcanzado la independencia, y esperan que Sáhara Occidental reciba la ayuda internacional necesaria para que pueda seguir su propio camino y desarrollarse en paz como cualquier otra nación.