La amenaza de Trump de gravar con aranceles los vinos europeos que se vendan en Estados Unidos no preocupa demasiado a los productores de la DO Toro ni al resto de bodegueros zamoranos, aunque sí se mantienen atentos a las noticias que llegan del otro lado del Atlántico para saber si finalmente se impondrá dicho recargo y cómo.

En realidad, la amenaza del presidente americano no se dirigía contra todos los vinos europeos, sino específicamente contra los franceses. Lo que quizás no sepa Donald Trump es que no se pueden gravar los productos de un único país de toda la Unión Europea, ya que los 28 estados funcionan como un solo mercado único, y en todo caso podría poner el arancel sobre todos los vinos de la UE.

"Este hombre basa su política exterior en amenazas, y de momento solo es eso", explica Felipe Nalda Álvarez, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Toro, que para valorar los efectos que tendría ese arancel prefiere "esperar a saber si se aplica y cómo". De momento no hay más información que las propias declaraciones del presidente sobre los vinos franceses, algo que Nalda compara con el Brexit: "a estas alturas no tenemos ninguna información sobre cómo serán las relaciones con el mercado británico".

Lo que sí es seguro es que "el estadounidense es uno de los tres mercados principales para los vinos de Toro, y que siempre se tiene en cuenta en todas las misiones y en todas las acciones de promoción en el exterior", confirma Nalda.

Por eso, ese hipotético arancel -si finalmente existiera- sí que podría afectar a exportadores toresanos, puede que incluso más que a los de Francia. "Los vinos de España competimos con los de Francia porque nuestro precio es más bajo, y un arancel se comería una parte de nuestro margen de beneficio".

Eso, claro está en caso de que Trump pasase de las palabras y los "tuits" a los hechos, algo que está por ver y que también pone en duda el director técnico del Consejo Regulador de la DO Arribes, Carlos Capilla: "Trump se mueve por amenazas, y cuando le ponen las pilas recula. Si mañana la Unión Europea anuncia un arancel a un producto importante para Estados Unidos, a lo mejor se olvida de poner aranceles a los vinos europeos". Por eso, al igual que decía el presidente de la DO toresana, el director técnico de Arribes cree que hay que esperar antes de alarmarse, aunque "no cabe duda que todo lo que sea romper el libre comercio es un atraso en 2019".

Además, Capilla resta importancia a los efectos que pudiera tener ese hipotético arancel sobre las ventas de vinos franceses, españoles y portugueses, sobre todo los que se llevan el sello de una Denominación de Origen: "Hay dos mercados diferentes y que se distribuyen por canales diferentes, uno el del vino a granel, y otro el del vino de alta calidad, que es donde incluimos a todos los vinos DO". Estos vinos buscan a un consumidor exigente, con solvencia adquisitiva, que toma sus decisiones de compra más en función de la calidad que del precio, por lo que un nuevo gravamen no tiene por qué afectar a este tipo de ventas, en opinión de este experto: "El estadounidense que bebe un Burdeos o un Arribes, le dará igual pagar 13 dólares por la botella de vino en lugar de 12", aventura .

En el caso de la DO Arribes, el de Estados Unidos no es su mercado más fuerte, ya que estos vinos "se mueven principalmente dentro de la Unión Europea y también están comenzando a entrar muy bien en Asia y América Latina", aunque Capilla reconoce que "sí es cierto que tenemos alguna bodega que sí exporta a EEUU, y que nunca es positivo poner trabas al libre mercado".

En cualquier caso, todos los bodegueros europeos estarán atentos en los próximos meses a los cambios que puedan producirse en las relaciones comerciales entre UE y EEUU.