La comunidad de regantes del canal Toro-Zamora ha encargado a una empresa especializada que analice el agua procedente del río y destinada al riego, después de constatar que en las tuberías de la infraestructura se acumulan sedimentos que están dificultando el desarrollo normal de la campaña. Así lo confirmó ayer el presidente del canal, Pedro Pablo Ballesteros, quien mostró abiertamente su "preocupación" por la acumulación de sedimentos en las tuberías, problema que, este año, está alcanzando tal magnitud que la comunidad ha decidido encargar a una empresa que analice el agua para descartar que la sustancia, de color verdoso y que se asemeja a una "esponja", procede de algún vertido al río Duero. En principio, el análisis revelará si existe o no algún componente químico en el agua, procedente de algún vertido, que pueda estar provocando una "reacción".

En este punto, Ballesteros reconoció que la sustancia detectada se podría corresponder con alguna variedad de protozoo que "es creado por el agua" en el interior de las tuberías por la falta de oxigeno. Otra de las opciones que baraja la comunidad es que los sedimentos tengan su origen en el propio río Duero porque "el agua apenas circula", aunque el origen exacto del problema será confirmado por la empresa que realizará el análisis.

La proliferación de esta sustancia en el interior de las tuberías está provocando, como remarcó Ballesteros, la saturación de "los elementos filtrantes' impidiendo, en algunos casos, que "pueda pasar el agua" y que al regante le llegue el flujo necesario para mover los pivots o las coberturas de riego. Por otra parte, Ballesteros, reconoció que, en los primeros días de pasadas campañas solían registrarse algunos problemas por la acumulación de "basura" en las tuberías, aunque en el momento en el que los regantes empezaban a utilizar la infraestructura se solventaban sin necesidad de adoptar medidas. Por último, aclaró que el agua puede ser utilizada sin problemas para el riego y que, por el momento, la única medida que puede poner en marcha la comunidad es la extrema limpieza de los hidrantes, para que el "flujo siga pasando" y los agricultores puedan regar sus cultivos.