El Ayuntamiento de Toro retomará la negociación con la Fundación Fundos a la que solicitará que ejerza sus competencias como propietaria del 50% del Teatro Latorre o, en caso contrario, acepte una "venta simbólica" para que el edificio pase a ser de titularidad municipal. El alcalde, Tomás del Bien, reconoció que la anómala situación del Teatro Latorre es "un problema enquistado desde hace muchos años" cuando la extinta Caja Provincial de Ahorros de Zamora, para evitar la desaparición definitiva del edificio, accedió a participar en su compra, acuerdo que también contemplaba la obligación de crear un patronato encargado de gestionar el liceo toresano, aunque "nunca se llegó a configurar".

Los cambios que han afectado a la entidad financiera que adquirió parte del Teatro Latorre han dilatado unas conversaciones que el Ayuntamiento se ha propuesto retomar, tras constatar que, a lo largo de las tres últimas décadas, la copropietaria tan solo ha colaborado de forma puntual en la programación o en el coste de suministros. En este sentido, Del Bien precisó que, desde que se materializó la compra del edificio, en un elevado porcentaje que cifró en más del 80%, el Ayuntamiento de Toro ha tenido que asumir los gastos de personal, suministros, conservación, programación o difusión de los eventos que se desarrollan en el Teatro Latorre. Aunque ya se han producido algunos contactos entre la Fundación Fundos y el Ayuntamiento, según el alcalde, "las conversaciones han sido hasta ahora totalmente infructuosas" y no ha sido posible "desbloquear la situación". Del mismo modo, subrayó que las dos soluciones viables pasan porque la Fundación Fundos ejerza como propietaria al 50% del edificio o que acepte negociar una "venta simbólica por justicia social", lo que permitiría que la titularidad pase en su totalidad al Ayuntamiento de Toro. Destacó Del Bien que es preciso alcanzar un acuerdo definitivo en un corto espacio de tiempo porque el Teatro Latorre "está muy deteriorado" y es preciso acometer inversiones, no solo para garantizar la conservación del histórico edificio, sino que también es necesario renovar el equipamiento de sonido o iluminación.