Familias y grupos de amigos volvieron a reencontrarse ayer en la pradera del Cristo de las Batallas, un paraje natural de gran belleza, pero que precisa mejoras. En opinión de Roldán, al margen de los toresanos que deciden aprovechar el puente festivo para viajar y disfrutar de unos días de descanso, otros optan por no desplazarse hasta la pradera, porque "no está en las condiciones que debería estar". En este punto, precisó que la pradera "está muy seca y sucia", lo que propicia que muchos toresanos opten por reunirse en fincas para disfrutar de un día de romería y de una jornada campera, lo que resta encanto a la fiesta.

Del mismo modo, recordó que la cofradía donó hace dos años un centenar de árboles para mejorar el paraje natural, pero varios plantones se han secado por la falta de riego y de un mantenimiento adecuado.