Un hombre de 42 años, que había sido denunciado por su ex pareja por un presunto delito de violencia de género y que había quebrantado una orden de alejamiento, ha sido enterrado esta mañana en Guarrate después de que su cuerpo fuera hallado sin vida horas antes de que tuviera que comparecer en el juzgado de Toro, donde estaba previsto colocarle una pulsera para su continua localización. Fuentes consultadas por este diario han confirmado que el joven, que responde a las iniciales de C. G. R. debía presentarse en el juzgado de Toro en el día de ayer a las 10.00 horas para acatar la decisión adoptada por la autoridad judicial de colocarle una pulsera, dispositivo con el que se pretendía tener constancia permanente de su localización, después de que hubiera quebrantado previamente una orden de alejamiento de su ex pareja. Sin embargo, según fuentes consultadas, horas antes de que tuviera que personarse en el juzgado de Toro para la colocación del citado dispositivo, el juez fue informado de que, presuntamente y de forma voluntaria, el joven se había quitado la vida. Según las mismas fuentes, el juzgado de Toro estaba instruyendo diligencias previas por una denuncia por violencia de género presentada por la ex pareja del joven, sobre el que pesaba otra causa abierta por quebrantamiento de la orden de alejamiento, impuesta a raíz de la primera denuncia por maltrato. El joven ha sido despedido esta mañana en Guarrate por familiares, amigos y numerosos vecinos.