El sector agrícola es uno de los motores de la economía local y pilar en el que se sustenta parte del desarrollo futuro de Toro y, por este motivo, la celebración de la fiesta del patrón de los labradores, San Isidro, está muy enraizada en las tradiciones toresanas. De manera especial, los numerosos agricultores que, en Toro, se siguen dedicando a un sector no exento de dificultades, disfrutaron de una fiesta que fue inaugurada con la celebración de la tradicional eucaristía oficiada en la Colegiata y en la que los labradores estuvieron arropados por familiares y numerosos toresanos.

Una vez finalizada la misa, la cofradía formalizó la entrada de una nueva hermana, aunque durante las vísperas otra mujer ingresó en el colectivo, tras besar las insignias de los abades, cargo que este año han desempeñado Santos Calvo, Bernardo Caballero, Fernando Tejedor y Pablo García. Tras la ceremonia religiosa, los cofrades y acompañantes se dirigieron al restaurante Catayo donde se celebró el tradicional refresco, en un ambiente de hermandad. Ya por la tarde, numerosos vecinos se congregaron en las inmediaciones de la Colegiata para revivir la tradicional procesión, en la que los cofrades portaron a hombros la imagen de su patrón por las calles de la ciudad y, junto al paseo del Carmen, tuvo lugar la bendición del campo toresano para que los labradores recojan cuantiosas cosechas. Una vez celebrada la esperada bendición, prosiguió el desfile procesional que fue amenizado por la banda de cornetas y tambores de Toro "Bendito Cristo de las Tres Caídas".

La cofradía de San Isidro, de la que forman parte 75 hermanos y 11 viudas de labradores, organizó un año más la fiesta, aunque para sufragar el coste de los diferentes actos recibe una aportación de la junta agropecuaria local. Precisamente, uno de los responsables de este órgano, Leonardo García, destacó que, en la actualidad, el sector agrícola "está un poco apurado y perseguido" por la imposición de ciertas normas que, por regla general, "son establecidas por personas que no tienen una relación directa con el campo". A modo de ejemplo, citó que, en algunos casos, los productos que cultivan labradores españoles son destinados a biodiésel, mientras que se siguen importando otros a los que se han aplicado productos que, en España, están prohibidos.

Otro de los problemas que tiene que afrontar el sector es el de la escasez de agua para el riego, a pesar de que, como apuntó García, "parte de la que lleva el río acaba en el mar o te la descuentan de la dotación asignada para la campaña". Por último, destacó que la festividad de San Isidro, además de para compartir vivencias con otros labradores, sirve para reivindicar la importancia de un sector que, en zonas como Toro "es básico", aunque también resaltó que otros como el del transporte dependen en buena medida de la agricultura.