La asociación de familiares y amigos de enfermos de alzhéimer (AFA) trasladará en breve los servicios que presta en la ciudad al rehabilitado palacio de Valparaíso, una vez que el Ayuntamiento ha concedido la licencia de primera ocupación para la planta baja y, en pocos días, podría aprobar la misma autorización para el piso superior. El director de AFA, Manuel Figueruelo, destacó que en los próximos días se procederá al traslado, del pabellón de Muguruza al palacio de Valparaíso, de los servicios de centro de día y, de forma simultánea, se solicitará a la Gerencia de Servicios Sociales la autorización para poner en marcha el centro multiservicios, por lo que, si se cumplen todas las previsiones, la unidad de estancia residencial podría empezar a funcionar a lo largo del verano.

Destacó Figueruelo que, cuando el nuevo centro "esté a pleno rendimiento", la asociación tiene previsto ofrecer numerosos servicios, tales como el de centro de día y residencial, de promoción de la autonomía, de atención a familias, el programa de envejecimiento activo o cursos de formación. La pretensión de AFA es ir implantando, de forma paulatina, los diferentes servicios y ya está manteniendo entrevistas con familiares de los usuarios para conocer sus necesidades y estudiar, entre otras cosas, la ampliación de horarios de asistencia. Por otra parte, matizó que las obras de Valparaíso ya han concluido, aunque todavía resta resolver el problema surgido con la adecuación de los servicios de cocina y lavandería en un pabellón anejo al palacio. En principio, la asociación baraja la opción de recurrir a un catering para ofrecer las comidas y utilizar un office situado en una de las salas del centro hasta que se pueda adecuar la cocina, mientras que, de momento, el servicio de lavandería tendrá que ser externalizado en parte por el mismo motivo.

Por otra parte, José Navarro Talegón, presidente de la Fundación Valparaíso-Sevillano, entidad que además de ceder el palacio ha aportado dos millones de euros para sufragar las obras, se mostró muy crítico con la demora acumulada en la materialización del proyecto y, sobre el problema surgido con los servicios de cocina y lavandería, que calificó como una "desvergüenza", aclaró que se trata de un error del Plan General de Ordenación Urbana que, en cualquier Ayuntamiento se resuelve con un reconocimiento de la anomalía por parte de la Corporación Municipal que, posteriormente, debería comunicar a las Comisiones Territoriales de Urbanismo y Patrimonio.

En este caso, como subrayó, "se está enredando intencionadamente para fastidiar esta promoción como se intenta hacer con otras; en Toro es muy difícil hacer algo o prácticamente imposible". Navarro Talegón centró sus críticas en "ciertos técnicos municipales" que, en su opinión, se están dedicando a "incrementar artificiosamente el problema, en lugar de resolverlo".