"Una Semana Santa para enmarcar". De esta manera, el alcalde, Tomás del Bien, ha valorado la Semana de Pasión en la ciudad que, con paso firme, se está convirtiendo en una de las celebraciones más arraigadas en Toro y en un reclamo turístico de primer orden. El incremento de visitantes que, durante este año, han elegido Toro como destino para disfrutar de sus vacaciones, conocer una Semana Santa singular, disfrutar de las rutas guiadas, conocer bodegas o degustar sus vinos y rica gastronomía, apoyan la percepción del alcalde. En este punto, Del Bien subrayó que un total de 3.115 personas acudieron a la Oficina de Turismo situada en el Alcázar durante la Semana Santa para recabar información sobre la oferta de la ciudad, un 20% más que en el año anterior, cuando por el servicio municipal pasaron un total de 2.560 visitantes.

La mayor presencia de turistas en Toro también ha tenido una incidencia positiva en el sector hotelero, ya que los alojamientos de la ciudad registraron una ocupación del 80% hasta el Miércoles Santo, mientras que durante los días centrales de la Pasión, hasta el Domingo de Resurrección, la ocupación alcanzó el 100%. Otro de los sectores que se han beneficiado de la mayor afluencia de visitantes es el hostelero que durante la Semana de Pasión ha registrado una mayor actividad, que se ha extendido a todos los barrios en los que se han celebrado desfiles procesionales. Incluso, como apuntó Del Bien, durante los días centrales de la celebración de la Semana Santa los restaurantes de la ciudad han registrado tanta actividad que era preciso contar con reserva previa para poder descubrir y degustar la gastronomía local. Por otra parte, el mandatario municipal destacó la gran acogida que han tenido las rutas guiadas a bodegas históricas de la ciudad y el recorrido "Monumentalia" que, durante la Pasión, han completado el aforo máximo de participantes.

Del mismo modo resaltó que la Ruta del Vino de Toro "empieza a dar sus frutos", ya que durante la Semana Santa numerosos visitantes han elegido la ciudad como destino, con el objetivo de visitar las bodegas de la zona que forman parte del recorrido enoturístico. Por todos estos motivos y, a pesar de que la meteorología obligó a suspender desfiles como el Vía Crucis del Miércoles Santo organizado por la Asociación del Santo Sepulcro o a limitar el recorrido de la procesión que recorre las calles de la ciudad en la mañana del Viernes Santo, para Del Bien "ha sido una Semana Santa para enmarcar".

En opinión del mandatario municipal, la mayor afluencia de visitantes durante la Pasión tiene su origen en la campaña promocional impulsada desde el Ayuntamiento en diferentes medios de comunicación o entre touroperadores especializados bajo el lema "Todo en Toro. Descúbrelo", trabajo que tratará de intensificar el próximo año, con el objetivo de que más personas recalen en la ciudad durante su Semana de Pasión para disfrutar de la amplia oferta de procesiones y actos singulares de la celebración, además de conocer el patrimonio local o descubrir su amplia oferta cultural. En este punto, subrayó que el trabajo impulsado por el Ayuntamiento en los últimos años también ha servido para ofrecer a los turistas una alternativa tan completa que "Toro empieza a dejar de ser un lugar de paso" y los visitantes se decantan, cada vez en mayor número, por quedarse en la ciudad para conocerla en profundidad.

Expediente

Por otra parte, el alcalde subrayó que, ante la proyección y el auge que ha experimentado la Pasión local en los últimos años, el Ayuntamiento ya ha iniciado los preceptivos contactos con la Junta Pro Semana Santa para elaborar el expediente en el que se basará la solicitud por la que se pedirá el reconocimiento de Interés Turístico Nacional. Desde 2007, la Pasión cuenta con la distinción de fiesta de Interés Turístico Regional y, a juicio del alcalde, ha llegado el momento de dar un paso más para poner en valor tanto las procesiones que organizan las cofradías de la ciudad como los actos singulares que diferencian a la Semana Santa toresana de otras que se celebran en otros lugares y que forman parte de su historia. Algunas de estas singularidades que constituyen ritos ancestrales son la "Bendición de los conqueros", la vela a la Virgen de la Soledad, el acto de vestir santos, el agasajo con bacalao a los abades o el recuperado "Sermón del desenclavo", entre otras.