Un grupo de ciudadanos de Toro ha ideado un modelo de alegaciones a la implantación de macrogranjas en el término municipal, modelo que facilitará a los interesados en sumarse a este movimiento contrario a las explotaciones porcinas . Tras conocer que la empresa promotora ya ha solicitado a la Junta la preceptiva autorización ambiental y que los expedientes se encuentran en fase de exposición pública, el colectivo vecinal ha decidido crear un modelo de alegación que se puede presentar de forma individualizada, hasta el 16 de mayo, en el Registro del Ayuntamiento o en cualquier institución que disponga del servicio de ventanilla única. Las alegaciones presentadas deben dirigirse al servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta y el modelo ideado por el colectivo vecinal enumera una serie de perjuicios para la salud o el medio ambiente que, según diversos estudios, guardan una relación directa con la implantación de macrogranjas, aunque también alude a la necesidad de que los toresanos muestren su oposición a estas explotaciones porcinas para "preservar" la ciudad, su entorno y la fértil vega del Duero.

Así, el colectivo vecinal que ha impulsado la iniciativa hace referencia a las posibles consecuencias que, para la salud de los vecinos, tendría la instalación en la vega de Toro de las macrogranjas proyectadas, síntomas como irritación de ojos o garganta, nauseas, diarreas, estrés o somnolencia, aunque también advierte de que los residentes en zonas cercanas a este tipo de explotaciones sufren depresión o ansiedad.

Del mismo modo, el modelo de alegación hace referencia a que la instalación de dos macrogranjas en Toro también afecta al medio ambiente, ya que por los malos olores causados por gases tóxicos, "la atmósfera sería irrespirable durante casi todo el año en un radio de varios kilómetros", al margen de que"erosionarían gravemente el potencial turístico de los municipios colindantes". El colectivo también advierte de que la contaminación del agua causada por la filtración de purines altera el equilibrio del ecosistema acuático, favorece la resistencia a los antibióticos y puede ser vector de transmisión de enfermedades. Del mismo modo, ante la intención de la empresa promotora de implantar macrogranjas en dos parcelas que se localizan en la fértil vega de Toro, los promotores de la recogida de reclamaciones alertan de que los vertidos inadecuados de purines y otros residuos resultan tóxicos para los cultivo o que la acumulación de potasio derivada del riego y drenaje incorrectos provoca la salinización del suelo. El colectivo ya ha comenzado a distribuir el modelo de alegaciones a través de las redes sociales para sumar apoyos.