El ex director de la Banda de Música La Lira, Jesús de la Sota Calvo, será el encargado de pregonar esta noche, a las 21.00 horas en la Colegiata, la Semana Santa de Toro. Su elección como pregonero responde a la especial relación que, durante muchos años y a través de la música, ha mantenido con la Semana Santa, y porque al frente de la Banda de La Lira ha acompasado muchos desfiles procesionales de Toro o de Zamora. Para De la Sota pregonar la Semana Santa es un reconocimiento más de una ciudad en la que se siente muy querido y, de hecho, sus antiguos alumnos todavía se dirigen a él como "maestro" porque a muchos, además de inculcarles su pasión por la música, les educó en otros aspectos de la vida.

-¿Cuál es el hilo conductor del pregón de la Semana Santa que ofrece esta noche en la Colegiata de Toro?

-El pregón versará sobre la relación de la Semana Santa con la música, tanto la música instrumental como la vocal. Durante muchos años he participado con la Banda de Música La Lira en la Semana Santa y, posteriormente, como organista en el coro y en "La Mayor" y, por este motivo, conozco muy bien todas las procesiones y todos los actos que se celebran durante esos días.

-Durante muchos años ha participado activamente en la Semana Santa, ¿cree que la música y las Bandas han adquirido un papel cada vez más protagonista en esta celebración?

-En mis primeros años como director de la Banda de Música La Lira acompañábamos solamente a las procesiones que se celebraban por la mañana y por la noche el Viernes Santo en Toro. Sin embargo, años más tarde, comenzamos a participar, desde el Lunes Santo, en procesiones de Zamora y, menos el Viernes Santo que tocábamos en Toro, el resto de la semana acompañábamos a las procesiones que se celebraban en la capital.

-¿Qué papel desempeña la música en los desfiles procesionales?

-La música ambienta las procesiones y, sobre todo, a los que van debajo de los pasos les ayuda mucho. La música que suena en Semana Santa es, de alguna manera, triste o lúgubre, refleja el sentimiento de las imágenes de la Virgen, del Crucificado o del Sepulcro, entre otras. Todas las marchas se componen con el objetivo de que expresen algo. Realmente, la música en general se compone para transmitir un sentimiento, pero en el caso de la Semana Santa, creo que no la concebiríamos igual sin música.

-En su faceta como compositor, ¿también ha creado alguna marcha dedicada a la Semana de Pasión?

-Dedicada a la Semana Santa compuse una marcha que se titula "Saeta".

-De todas las que marchas que las Bandas interpretan en Semana Santa, ¿siente predilección por alguna?

-Hay muchas marchas y muy buenas. Cuando dirigía a la Banda La Lira tocábamos muchas, algunas que ya estaban incluidas en el repertorio y otras que incorporé de otros sitios y lugares. Al principio, me gustaba mucho Mater Mea, una marcha de Ricardo Dorado, que fue mi primer profesor. También me gustaba mucho Getsemaní.

-¿Cuál es el momento o el acto de la Pasión de Toro que ha vivido con más intensidad en sus años como director de La Lira?

-Hay muchos momentos entrañables, pero la salida de la procesión del Viernes Santo de Toro, cerca de las siete de la mañana, es un momento que de verdad impone. La Banda tocaba primero en el interior de la iglesia y después salíamos fuera para contemplar la salida de los pasos, que es un momento que impresiona mucho y que te llega muy dentro.

-Conoce otras Semanas de Pasión por su participación como músico, ¿qué diferencia a la que se celebra en Toro de las que se organizan en otras ciudades?

-La Semana Santa de Toro esmás seria. Conozco otras Semanas Santas de ciudades de Andalucía y son muy diferentes, porque tienen un componente un poco más folclórico. En Toro o en Zamora las procesiones son más serias y sobrias.

-Después de muchos años dirigiendo a la Banda de Música Lira, ¿echa de menos acompañar a las procesiones en Semana Santa

-Aunque ahora ya no participo con La Lira, por donde va una banda al lado estoy yo, pero no solo en Toro. Por ejemplo, cuando en el verano estoy en el pueblo en Soria y se celebra alguna romería a la que van los músicos de una Banda, siempre estoy allí porque me gusta y además es algo que he vivido durante toda la vida.

-Al margen de la Semana Santa, ¿cómo valora que algunos de sus antiguos alumnos como David Rivas o David Muñoz, entre otros muchos, hayan decidido dedicarse a la música?

-Algunos alumnos a los que impartí clase me dicen que, por mi culpa, son lo que son. Recuerdo que, con motivo de la exposición "Legados", David Rivas en una dedicatoria que me hizo de su música me decía que por mi culpa era músico. La verdad es que empece a trabajar con muchos de estos músicos cuando tenían ocho años y, ahora, me alegra mucho y me emociona que hayan querido dedicarse a la música. Creo que lo más importante, mi mayor logro es que conseguí transmitirles mi pasión por la música. Cuando dábamos clase de solfeo, teoría o de un instrumento siempre les explicaba cosas que tenían que ver con la música o la interpretación, pero también con la vida. Con los alumnos hay que conseguir que les guste la música y que no vayan a clase obligados.

-Aunque se jubiló como director de la Lira en 2202 sigue muy ligado a la música como miembro de la Asociación "La Mayor", ¿no concibe su vida sin música?

-Mi vida sin música no tiene sentido. En casa tengo un piano y todos los días toco, unas veces obras conocidas y otras veces me dedico a improvisar o a componer porque todo es creación. Durante el verano, paso tres meses en el pueblo y cuando voy a la iglesia a tocar el órgano los vecinos comentan que ya ha vuelto el músico. La música ha marcado mi vida y sin ella la verdad es que no sabría vivir.