Emocionado por alcanzar un sueño que, hasta hace pocos meses, era casi una utopía, el compositor toresano David Rivas vivió en la noche de ayer uno de los momentos más intensos de su carrera musical, durante el inolvidable concierto que la Banda Municipal de Bilbao ofreció en un abarrotado Teatro Latorre, que colgó el cartel de "no hay entradas". El recital monográfico permitió al público, además de disfrutar de una impecable interpretación por parte de la Banda Municipal de Bilbao, descubrir las obras seleccionadas por Rivas para su primer disco, que llevará el título de "Miradas". José Rafael Pascual-Vilaplana dirigió con maestría a la Banda Municipal de Bilbao, que durante esta semana, ha grabado las obras elegidas por Rivas para su CD, trabajo que será presentado en pocas semanas. Durante el recital, un público entregado vibró con algunas de las composiciones que, para Rivas, han supuesto un gran salto en su carrera musical, tales como "La Ruta del Cid", "Los últimos días de Troya" o la obra para clarinete y banda que compuso para Juan Ferrer, reconocido clarinetista que también participó ayer en el recital, con una impecable interpretación de "Anam" .

En una cita tan especial, Rivas estuvo arropado por otros músicos como el toresano David Muñoz, en quien se inspiró para crear la obra "Barbarroja" y que ayer puso en valor la tuba, con su interpretación como solista de la citada melodía. Durante el concierto monográfico la Banda Municipal de Bilbao también interpretó la obertura burlesca, "Cabaret Orbigo 2017", un alegre y dinámico fin de fiesta en el que participó como solista María Zubimendi. Sin duda, el concierto sirvió para encumbrar a uno de los compositores con más proyección nacional e internacional en el panorama musical y que en la noche de ayer disfrutó de un reconocimiento, que es el fruto del trabajo y de su indudable talento.