Abatido y resignado, Diego García Trascasas, comparte con muchos agricultores toresanos la indignación por la libertad con la que los jabalíes acceden a sus fincas cultivadas, provocando cuantiosos daños. Desde hace 31 años se dedica a la agricultura, pero nunca ha sido testigo de una "plaga" de jabalíes como la que, en la presente campaña, está arrasando las parcelas de cultivo de muchos pagos de Toro sin que, por el momento, se hayan adoptado medidas para su control poblacional y que los agricultores reclaman con insistencia para intentar minimizar los daños. En una de sus parcelas, que ocupa una superficie de dos hectáreas, García, había sembrado este año cebollas, terrenos que después de largas jornadas de preparación, acumulan ya tantos daños ocasionados por los jabalíes que se está planteando dejarlos "perdidos", ya que no recuperará la elevada inversión realizada y que, entre semillas, minerales, repelentes o el coste del riego, puede alcanzar los 10.000 euros por hectárea.

De hecho, precisó que los jabalíes no solo provocan daños en las semillas que, en el caso de las cebollas, "son muy delicadas", sino que también arrasan "cosechas enteras". Aunque este agricultor ha tratado de evitar los daños aplicando un "repelente", esta medida no ha servido para proteger las semillas porque los jabalíes remueven la tierra y retiran la "capa protectora". Aseguró García que siente "cariño" por los animales, pero considera que, en el caso de los jabalíes, hay que adoptar medidas de control poblacional porque "son una plaga" y, a diferencia de pasadas campañas, este año han sido avistados al atardecer en terrenos situados a apenas tres kilómetros del casco urbano o en otras zonas todavía más próximas como la pradera del Cristo de las Batallas o un pequeño pinar que se localiza a apenas 800 metros de la ciudad.

Agricultores como García han reconocido que sienten "miedo" cuando acceden de noche a sus parcelas para regar, ya que los jabalíes "campan por ellas a sus anchas con total impunidad". Para este agricultor la medida más efectiva y que hay que adoptar de forma urgente es que se permita a los cazadores organizar batidas para controlar la población porque, en la actualidad, "hay una masificación de jabalíes" que, en su opinión, además de daños en cosechas también pueden ocasionar "problemas de salud". De hecho, para García, la sobrepoblación de esta especie es tan alarmante este año que optan por buscar alimento en ciudades como recientemente en la capital zamorana, ya que el "campo está masificado". En este punto, precisó que "siempre" se ha permitido a los cazadores organizar "batidas" para controlar la población de jabalíes, medida que debe retomarse con urgencia y "sin condiciones" con el fin de evitar, no solo más daños en los terrenos sembrados, sino también otro tipo de incidentes relacionados con la seguridad de los labradores, ya que temen ser atacados.

De otro lado subrayó que agricultores y animales "tenemos que convivir", aunque ante problemas como la sobrepoblación de jabalíes detectada este año es preciso actuar con celeridad. Por último, destacó que los miembros de colectivos ecologistas, en ocasiones, confunden la "protección" de los animales con problemas como, en este caso, la elevada población de jabalíes que, al igual que los conejos, están ocasionando tantas pérdidas que, si no se adoptan medidas, obligarán a los agricultores a no sembrar sus parcelas.