La empresa Azucarera anunció ayer que el precio de la remolacha en la próxima campaña alcanzará, al menos, 39 euros por tonelada con un mínimo de complemento de tres euros, tanto por el nivel de precios actual de venta del azúcar como por su tendencia creciente. La compañía recordó que, de cara a la campaña 2019/2020, ofrece un nuevo modelo de relación con los agricultores que persigue, no solo mejorar la rentabilidad del cultivo, sino también asegurar una colaboración más estrecha para que puedan beneficiarse de la recuperación del precio del azúcar.

De esta manera, la oferta de contratación permite adaptar el servicio que presta Azucarera a cada caso particular, a partir de la decisión personal de cada agricultor a la hora de formalizar la contratación. Así, para la próxima campaña la compañía pone a disposición de los remolacheros dos modalidades de contratación, cuya elección dependerá de la preferencia de cada cultivador y de las características de su explotación agraria. El primer modelo se basa en mantener el 85% de los ingresos medios, calculados a partir del precio base de 26 euros por tonelada al que se suman alrededor de 10 euros correspondientes a una ayuda nacional y agroambiental, y otro complemento ligado al precio del azúcar que, si alcanza los 550 euros, permitirá a los remolacheros obtener unos ingresos superiores a los 42 euros por tonelada, precio que se ajustaría al pactado con las organizaciones agrarias y recogido en el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) firmado hasta 2020. En la actualidad, como subrayó la compañía, todas las previsiones apuntan a que el precio se situará, al menos, en 39 euros por tonelada con un mínimo de complemento de tres euros.

La segunda opción ofertada por la industria para la próxima campaña es la denominada "modelo de ingreso garantizado" y su objetivo es aportar una mayor seguridad económica al agricultor que se decante por esta modalidad. En este caso, Azucarera asumirá el riesgo y el coste de las labores que el remolachero decida, garantizando un ingreso al que se añadirá de forma íntegra el complemento del azúcar. Por último, Azucarera tendió una vez más la mano a agricultores e instituciones con el fin de trabajar en conjunto para garantizar el futuro del sector y que sea más competitivo. Además de fijar población, del sector de la remolacha dependen, como matizó Azucarera, 1.300 empleos directos.