El Gobierno y las Comunidades Autónomas han acordado esta semana crear un grupo de trabajo para reducir la superpoblación de jabalíes salvajes que afecta a grandes áreas de la península ibérica. Esa fue la conclusión de la conferencia sectorial convocada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a la que asistieron los consejeros de La Rioja, Andalucía, Asturias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia, Galicia y Aragón, según informaba la agencia Efe. Castilla y León, por lo tanto, no contó con representación de máximo nivel en la reunión, algo que sorprendió en determinados sectores debido a la proliferación de estos mamíferos en la Comunidad.

Precisamente la de Toro es una de las zonas de Castilla y León donde abundan los jabalíes, que causan graves destrozos en los cultivos e incluso en infraestructuras agrarias, como atestigua Antonio Medina, presidente provincial de Asaja y agricultor toresano. "Los destrozos son pérdidas económicas que no te paga nadie", explica este profesional que ha vivido la problemática de primera mano, pues los estropicios que los jabalíes causaron esta temporada en una tierra de su propiedad sembrada de girasol los ha cifrado en "3.000 kilogramos de producto echado a perder".

En la mayoría de las ocasiones estos parientes silvestres del cerdo dañan los cultivos al pasar las piaras por las tierras sembradas o cuando hacen camas, ocurre con mayor frecuencia en los maizales crecidos, donde los jabalíes se pueden ocultar y sentirse resguardados. Otras veces llegan a romper los tubos de los sistemas de riego. Es algo tan habitual que muchos propietarios se están planteando el vallado de las fincas agrícolas, una inversión costosa en una profesión donde se trabaja con márgenes de rentabilidad bastante estrechos.

Los agricultores de la zona vienen notando desde hace años un incremento en los problemas originados por jabalíes debido al crecimiento de su población, algo que en opinión de Antonio Medina se agravará si se prolonga la prohibición de cazar. "Si aun cazándolos crece la población, sin batidas y teniendo en cuenta que cada jabalina puede tener unos diez jabatos al año, el problema se multiplicará". De igual manera que se extienden otros animales silvestres: "Aquí nunca hubo corzos y ahora es muy habitual verlos, mi padre fue cazador toda la vida y jamás se cazó un corzos en Toro, porque no había", atestigua Medina.

Por eso el sentimiento general en el sector es el de que se debe atajar el problema cuando antes para evitar que vaya a más.

Pero en estos momentos la superpoblación de jabalíes preocupa sobre todo por razones sanitarias, después de que se detectara la peste porcina africana en jabalíes de Alemania y en la frontera entre Bélgica y Francia. Dada la superpoblación de jabalíes en España, un brote de esta enfermedad podría suponer una amenaza para la sanidad animal y para la salud pública, como reconocía el ministro en la conferencia sectorial. En cualquier caso, el ministro insistió en que España sigue estando en fase de "vigilancia y prevención" respecto a esta enfermedad. Las primeras medidas se tomarán en las comunidades limítrofes con el país galo: País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón.