Toro es sinónimo de vino y ese es el mayor atractivo turístico de la ciudad y su alfoz. No en vano cerca de medio centenar de bodegas de la zona -el 70% de las industrias vitivinícolas toresanas- complementan sus ingresos con la recepción de turistas ávidos por conocer sus instalaciones y probar sus vinos, y muchas de las empresas se las ingenian para completar esta experiencia con ofertas culturales o gastronómicas.

El enoturismo se ha convertido en la última década en un sector clave para la economía de la zona que va ganando importancia en sintonía con el crecimiento a nivel nacional de esta industria, que en 2016 generó 54 millones de euros en el conjunto del país, según un informe elaborado por la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin).

Pero ese crecimiento podría agudizarse a partir de esta temporada y 2019 podría ser un año clave para el enoturismo en la comarca tras la aprobación de la Ruta del Vino de Toro.

El nuevo sello permite a la ciudad, y por extensión a la comarca, ganar visibilidad al entrar en la estrategia de promoción turística de la Junta de Castilla y León, que este mismo fin de semana "vendía" las ocho Rutas del Vino de la comunidad en la 53 Feria ITB de Berlín, considerada una de las tres ferias más importantes del sector turístico en todo el mundo, junto con la World Travel Market (WTM) de Londres y la Feria Internacional del Turismo (Fitur) de Madrid.

En la capital alemana el Gobierno regional ha vendido fundamentalmente turismo cultural y enoturismo, según informa la agencia Efe. Dentro de la agenda de encuentros profesionales se trabaja en reuniones con los principales operadores del mercado alemán, como Vintour, especialista en rutas del vino, que ha conocido las ocho rutas existentes en Castilla y León, incluyendo la última incorporación, la de Toro. Según destaca la agencia de información, esta estrategia venía determinada por los gustos de los consumidores alemanes, que tienen entre sus productos de mayor interés la enogastronomía y el turismo rural y de naturaleza.

La feria ITB recibió 160.000 visitantes en la pasada edición, de los cuales 110.000 fueron profesionales del sector turístico, según los datos ofrecidos por Efe, pero las entradas registradas en 2019 permiten prever un aumento de los visitantes profesionales.

La Consejería de Cultura y Turismo seguirá apoyando rutas del vino certificadas como la de Toro para promocionar el enoturismo, un mercado definido recientemente por la consejera Josefa García Cirac como "un sector pujante y dinamizador del mundo rural" por su capacidad de "generación de empleo y riqueza para nuestra tierra" en declaraciones recogidas por Ical en Salamanca.