El grupo de Águedas del barrio de Tagarabuena visitó ayer sus mejores galas para celebrar con todos honores la festividad de la Santa y lo hizo, además, con el mejor de los entusiasmos.

El colectivo, formada por una quincena de personas, con las mayordomas Carmen de Tiedra y Piedad Alonso al frente, cumplieron con la tradición de asistir a una misa en la iglesia de San Juan Bautista donde mostraron su devoción a santa Águeda.

Fue una celebración oficiada con procesión para realzar así la festividad en que las mujeres toman un protagonismo especial en esta población y ejercen su autoridad con alegría y al margen de lo cotidiano. Aunque el grupo es reducido no todas las integrantes pudieron disfrutar de la fiesta porque algunas debieron permanecer en sus casas aquejadas de catarro que golpea en estas fechas de bajas temperaturas.

Sin embargo, las participantes resplandecieron con sus floridos y espléndidos trajes, que lucieron con toda brillantez.

La jornada se completó con un vino español y la animación de los bailes con los que ambientaron el desarrollo de los actos en el centro social de Tagarabuena.

Seguidamente se desplazaron a Toro para disfrutar de una comida de hermandad en un restaurante de la ciudad.

El colectivo de águedas de este barrio toresano mantienen así viva el tradicional festejo de las águedas en un intento de preservar una vivencia que es signo de vitalidad de los núcleos y del medio rural. La buena armonía siguo su curso durante el resto de la jornada, hasta recogerse de nuevo en sus hogares.