Ataviadas con trajes regionales y coloridos mantones, alrededor de 80 mujeres toresanas desafiaron ayer a la lluvia, el viento y las bajas temperaturas para revivir, un año más, la tradicional fiesta en honor de Santa Águeda. Mujeres de todas las edades participaron en esta fiesta que fue inaugurada con la concentración de las participantes en la vivienda de Elena Noales, elegida este año para desempeñar el cargo honorífico de "mayordoma", a quien acompañaron, al ritmo de la música de la dulzaina y el tambor, hasta el Ayuntamiento.

Ya en el salón de plenos, las mujeres fueron recibidas por el alcalde, Tomás del Bien, quien destacó la implicación de las toresanas a la hora de mantener viva una tradición muy arraigada en la ciudad, aunque también resaltó que en los "baúles" de muchos hogares de Toro ellas se encargan de guardar y preservar una de las señas de identidad de la ciudad, en alusión a su indumentaria tradicional. En este punto, resaltó que algunas de las prendas que ayer lucieron las mujeres participantes en la fiesta de las Águedas han pasado de "generación en generación", una herencia muy valiosa que es preciso preservar. Acto seguido, Del Bien entregó el bastón de mando que porta en actos oficiales a la "mayordoma" de las Águedas, quien destacó que, este año, han participado más mujeres gracias a la "unión de todas". Del mismo modo animó a las toresanas a que se impliquen en una tradición tan arraigada como recordar a Santa Águeda para que "no decaiga" y deseó que, en ediciones venideras, más mujeres se sumen a esta celebración.

Una vez concluida la recepción oficial en el salón de plenos del Ayuntamiento y tras las fotos para el recuerdo de una jornada inolvidable, las participantes se dirigieron al monasterio de las Madres Mercedarias donde fue oficiada una eucaristía. Tras la misa, las mujeres se congregaron en un conocido restaurante de la ciudad donde compartieron una comida de hermandad, entre risas, anécdotas y recuerdos que animaron la sobremesa. Ya por la tarde, las participantes en la fiesta disfrutaron de bailes o juegos y la jornada festiva fue clausurada con una degustación de chocolate con churros para todas.

En parte, las mujeres participantes rompieron por un día su rutina diaria asociada, en muchos casos, a las tareas del hogar y delegaron en sus parejas un trabajo que cambiaron por el bullicio, la alegría, el baile, la música y la hermandad que marcó la jornada. El próximo martes, las mujeres de Morales de Toro celebrarán la fiesta de Santa Águeda.