Conocer el ciclo del agua, desde su captación en la red municipal de alcantarillado hasta su recepción y posterior salida, una vez sometida a diferentes tratamientos, de la estación depuradora de Toro. Con este objetivo, estudiantes de los dos institutos toresanos, González Allende y Pardo Tavera, han visitado recientemente las instalaciones de la estación depuradora de aguas residuales de la ciudad, recorrido que permitió a los participantes ampliar su formación y conocimientos, aunque también sirvió para que se concienciaran sobre la importancia de no malgastar un recurso natural limitado, pero necesario e indispensable para la supervivencia.

Ocho estudiantes que cursan 2º de Bachillerato de Ciencias en el instituto González Allende, acompañados por el profesor Javier Mena Bayón, participaron en esta visita a la estación depuradora de aguas residuales de Toro, recorrido que días antes ya habían completado alumnos de 1º y 2º de la ESO del Pardo Tavera, en el marco del proyecto "Ahor(r)a", sobre la gestión y el tratamiento de un recurso tan necesario como el agua.

La responsable de la estación, Virginia Ruiz Blanco, acompañó a los alumnos y profesores durante estas visitas en las que los participantes pudieron conocer el ciclo del agua, desde su recepción en las instalaciones de la depuradora, tras su captación de la red de alcantarillado de la ciudad, fase en la que pudieron visualizar el estado real de contaminación del agua residual. Durante el recorrido, Ruiz Blanco explicó a los alumnos las diferentes fases del proceso de depuración que, como remarcó, se inicia con la entrada de agua a la estación, agua que llega al pozo de gruesos donde los materiales más pesados decantan en el fondo y los más voluminosos quedan retenidos. A continuación, en la fase denominada desbaste, el agua se somete a un proceso que permite eliminar los sólidos gruesos y finos que son vertidos en cintas transportadoras y, posteriormente, se depositan en contenedores para su traslado al vertedero.

En una fase posterior del proceso de depuración se separan la mayor parte de sólidos sedimentables y de material flotante que no pudieron ser eliminados en etapas anteriores y el agua decantada se vierte en un canal que la conduce hacia el tratamiento biológico.

En la última fase de la depuración el agua tratada se separa del fango formado en el tratamiento biológico, proceso que se lleva a cabo en los decantadores secundarios donde el fango se deposita en el fondo y el agua depurada es evacuada por los vertederos para desembocar en el río con las garantías de calidad exigidas.

Los participantes en estas visitas también pudieron conocer que, a lo largo de todo el proceso de depuración, se genera un importante volumen de fangos que es necesario tratar y acondicionar para su posterior utilización como abono. En definitiva, durante estas visitas, alumnos y profesores fueron testigos del funcionamiento de la estación depuradora, cuyo objetivo es tratar las aguas usadas y contaminadas por el ser humano para que puedan ser vertidas al medio natural en condiciones óptimas, similares a su estado natural y con el mínimo impacto ambiental.

En la actualidad, la ciudad de Toro cuenta con dos estaciones depuradoras, la principal y de mayores dimensiones, situada en la carretera de Pozoantiguo, y la que recientemente se ha puesto en marcha junto al puente de piedra, con la finalidad de tratar las aguas residuales que se vertían sin ningún control al cauce del río Duero.