El Ayuntamiento de Toro ha calificado de "intolerable" la actitud de los vecinos que han arrojado por las Barranqueras escombros de alguna antigua construcción que contienen material contaminante como el amianto, aunque también ha criticado que este paraje natural es utilizado para depositar basura orgánica o electrodomésticos. Por estos motivos, el Ayuntamiento ha realizado un llamamiento al "civismo" para que los ciudadanos no arrojen ningún tipo de residuos a las Barranqueras que, como recordó la concejala de Obras, Ruth Martín, "no son un vertedero" y constituyen un paraje natural que es preciso conservar y proteger.

Recordó la concejala socialista que los toresanos están obligados a gestionar sus residuos "de forma conveniente" por lo que, en lugar de arrojarlos por las Barranqueras, deben trasladarlos a plantas de reciclaje, en el caso de que se trate de escombros procedentes de obras, aunque si se trata de materiales que contienen elementos nocivos para la salud como el amianto, deben ponerse en contacto con una empresa especializada para su retirada. Sobre este tipo de residuos, Martín subrayó que el hecho de arrojarlos por las Barranqueras no solo responde a una "actitud incívica" sino que puede ser tipificado como un "delito medioambiental", ya que el amianto que se conserva en antiguas cubiertas de fibrocemento, es un material "altamente contaminante". Pero no solo el Ayuntamiento ha detectado que por las Barranqueras se arrojan residuos que contienen amianto, ya que en otros puntos del paraje se han abandonado antiguos electrodomésticos o basura orgánica, residuos que se pueden apreciar desde el mirador de la Colegiata o desde la calle Negrillo.

En algunos casos, como precisó Martín, miembros del grupo de voluntariado medioambiental creado por el Ayuntamiento han procedido a retirar estos residuos que, en otras ocasiones, han sido recogidos por operarios municipales. Sin embargo, en otros casos, el Ayuntamiento tiene que recurrir a un "equipo especializado" como el que conforman los bomberos, por la dificultad y la peligrosidad para acceder a algunos puntos de las Barranqueras. Por estos motivos el Ayuntamiento ha reiterado el llamamiento al civismo para proteger un entorno de gran valor medioambiental aunque también recordó que los vecinos que sean sorprendidos arrojando residuos a las Barranqueras serán sancionados con multas económicas recogidas en una ordenanza municipal. En casos como los relatados, el Ayuntamiento podría tipificar las infracciones como graves o muy graves y las multas con las que podría sancionar a los vecinos que sean sorprendidos arrojando residuos a las Barranqueras oscilan entre 750 y 3.000 euros.