La organización agraria ASAJA realizó ayer un llamamiento a las administraciones, sindicatos y trabajadores de las fábricas de Azucarera para que apoyen al sector remolachero, ante la presumible crisis que podría desencadenar la decisión adoptada por la industria de rebajar 6,5 euros el precio de la tonelada y que aplicará la próxima campaña. El presidente provincial de ASAJA, Antonio Medina, destacó que, con el nuevo modelo propuesto por Azucarera, la remolacha dejará de ser rentable y que muchos agricultores optarán por sembrar otros cultivos, lo que podría conllevar el cierre de las fábricas y la pérdida de numerosos puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.

Por este motivo, para Medina, el sector precisa el apoyo de las instituciones, sindicatos, trabajadores, transportistas y comerciantes para, al menos, mantener las 2.200 hectáreas que este año se han sembrado de remolacha en la provincia y garantizar la continuidad de la fábrica toresana y el futuro de un sector que contribuye a fijar población al que, cada año, se incorporan jóvenes agricultores. Por otra parte, Medina destacó que Azucarera, de forma unilateral, ha adoptado la decisión de rebajar el precio incumpliendo el contenido del Acuerdo Marco Interprofesional (AMI), medida que ha justificado en las pérdidas económicas que acumula. En este punto, recordó que la cooperativa ACOR ya ha anunciado que mantendrá el precio de 42 euros hasta el año 2023 y que una multinacional árabe abrirá una nueva planta en Extremadura, lo que facilitará que más cultivadores vuelvan a sembrar remolacha. Por otra parte, Medina anunció que ASAJA planteará a la consejería de Agricultura que los remolacheros no tengan que cumplir el compromiso de sembrar durante cinco años para percibir la ayuda agroambiental de 425 euros por hectárea incluida en el Programa de Desarrollo Rural. Esta petición se fundamenta en que, en 2017 por la sequía, muchos cultivadores no pudieron sembrar, por lo que en la próxima campaña tendrán que dedicar sus parcelas a la remolacha para no tener que devolver la ayuda.