La rebaja del precio de la remolacha que Azucarera comenzará a aplicar en la próxima campaña ha disparado las alarmas en Toro por el incierto futuro de la fábrica y de los más de 200 empleos directos que genera durante la época de recepción de raíz. Mientras que para las organizaciones agrarias el esperado descenso de la siembra, por el recorte del precio hasta los 26 euros, podría desembocar en el cierre de alguna de las tres fábricas que Azucarera mantiene en la zona norte y que se localizan en Toro, Miranda de Ebro y La Bañeza, el comité intercentros de la industria ha destacado que será necesario esperar a conocer si la medida provoca una merma de la siembra que condicionaría el futuro de las plantas molturadoras.

Recordó el comité intercentros que el nuevo modelo de pago a los agricultores propuesto por Azucarera se corresponde con la crisis actual del sector, basada en el abandono de las cuotas, un exceso de producción, un elevado volumen de stocks y la caída de los precios. Además, precisó que la empresa ha manifestado que, ante una situación inestable para todos los actores del sector y en un ejercicio de responsabilidad, "se ve en la obligación de reajustar las cantidades que abona a los cultivadores", aunque también ha mostrado su "total confianza" en que las medidas adoptadas permitirán garantizar la continuidad del sector. Ante esta postura, el comité intercentros mostró ayer su "deseo" de que estos objetivos se cumplan "por el bien de los trabajadores y del sector en general", aunque también anunció que "estará atento a los acontecimientos" y que instará a los agentes del sector a "lograr los consensos y acuerdos necesarios para poder afrontar con garantías el futuro". Del mismo modo, los sindicatos mayoritarios que conforman el comité intercentros, CC OO y UGT, han decidido solicitar reuniones con las consejerías de Agricultura de las Comunidades Autónomas afectadas para "recabar información sobre el posicionamiento de las mismas para la defensa del sector".

Precisamente, la consejera de Agricultura de la Junta, Milagros Marcos, exigió ayer a Azucarera que mantenga el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) suscrito con los cultivadores y el Gobierno regional y vigente hasta 2020, a la vez que subrayó que, aunque en estos momentos el sector se ha visto afectado por una caída de precios en los mercados, en anteriores campañas la industria obtuvo beneficios que no repartió entre los remolacheros. Marcos reprochó a Azucarera que la decisión de rebajar el precio de la remolacha en seis euros haya sido adoptada de forma unilateral por la compañía cuando, a su juicio, cualquier modificación debe ser negociada con los remolacheros y con la Junta que, cada ejercicio, aporta 22 millones de euros en concepto de ayudas al sector. Por último subrayó que, a pesar del incierto futuro del cultivo, la Junta seguirá apostando por un sector estratégico que genera 6.000 empleos directos y 100 millones de euros en producción.