Las intensas precipitaciones que han acompañado al final del mes de noviembre han revitalizado las esperanzas de los aficionados a la micología, que iniciaron la estación otoñal con pesimismo y decepción. Las consecuencias de las lluvias se han dejado notar en forma de seta de cardo, que prolifera abundantemente por el campo cermeño durante estos días. Los especialistas afirman que para los níscalos será necesario que el agua siga arreciando.