La asociación Unidos contra el Cáncer presentó ayer ante el Procurador del Común las más de 4.000 quejas de pacientes, familiares y ciudadanos recogidas en Toro, Benavente y Zamora, por los problemas que afectan al servicio de oncología del Hospital de Zamora y la falta de especialistas, cifra que supera a la totalidad de las quejas elevadas el pasado año a la entidad desde la provincia y que sumaron 3.888.

Rosa María González Domínguez, responsable del área de atención al ciudadano de la oficina del Procurador del Común, recibió ayer a los representantes de la asociación en el Consejo Consultivo, encuentro durante el que fueron presentadas las quejas, en las que los ciudadanos expresan su malestar por la falta de previsión de la consejería de Sanidad, que ha obligado a suspender consultas de pacientes ya citados y que estaban a la espera de recibir resultados, de iniciar tratamientos o de conocer un diagnóstico. Del mismo modo, en estas quejas, los firmantes reclaman que se contraten, de forma inmediata, a los dos oncólogos que faltan de los seis adscritos al servicio, y que esta situación no vuelva a producirse. De hecho, la asociación subrayó que la resolución de un concurso público de traslados "se conocía de antemano", por lo que no ha habido una previsión suficiente para que "este problema no nos estallara, perjudicando a los pacientes, en primer lugar, y a los oncólogos del servicio".

Por otra parte, Unidos contra el Cáncer aseguró que "es totalmente falso" que ya se haya incorporado un oncólogo, a la vez que remarcó que se están recuperando citas que se habían suspendido, pero "a costa de una sobrecarga de trabajo de los oncólogos del servicio". La asociación ha manifestado su desacuerdo con "estas medidas", ya que "los pacientes no son números ni la consulta es un 24 horas", a la vez que precisó que los enfermos oncológicos precisan tratamientos personalizados, pero "con las consultas saturadas se harán con mayor dificultad". De otro lado rebatió las afirmaciones que achacan la falta de oncólogos a que el hospital zamorano "no es puntero" y que, a su juicio, "genera una alarma innecesaria en los pacientes y una inseguridad que no se ajusta a la realidad".