Bajo el título "Las consecuencias medioambientales y sociales de la ganadería industrial", Daniel González Fuentes, coordinador de Pueblos Vivos de Cuenca y miembro de Ecologistas en Acción y de la coordinadora estatal Stop Ganadería Industrial, inauguró ayer el ciclo de conferencias organizado por ProCulto sobre la "problemática actual" en Castilla y León. En su alocución, González, reconoció que se está produciendo una "expansión" muy importante del modelo conocido como macrogranjas en toda la geografía nacional y que también se pretende implantar en varios pueblos de la provincia.

El ponente destacó que las macrogranjas no contribuyen a paliar problemas que afectan al medio rural como la despoblación, porque las explotaciones están "muy automatizadas" y generan pocos puestos de trabajo. Por el contrario, como advirtió, estas explotaciones generan problemas como la contaminación de los acuíferos por los nitratos de los purines y "emiten mucho amoniaco o gases de efecto invernadero". En su alocución, González también incidió en las medidas que pueden adoptar los Ayuntamientos para evitar la implantación de macrogranjas en sus municipios, tales como la aprobación de ordenanzas para limitar el esparcimiento de purines, una "suspensión" de la licencia para "ganar tiempo" y adaptar las normas urbanísticas o establecer límites sobre la producción.