El sector remolachero se encuentra expectante ante la evolución que sufrirán los cultivos durante los próximos 15 días. El inicio de la cosecha en fábrica de Azucarera de Toro se está retrasando más de lo habitual y se espera que la apertura de la campaña comience en Toro en torno al 17 de octubre, según informa el responsable del sector remolachero de COAG Fernando García. Las intensas precipitaciones de la primavera, retrasaron la siembra de este cultivo y, por ende, también la maduración del mismo. Asimismo, enfermedades de la hoja como el oídio, la cercospora y la ramularia han estado muy presentes durante este curso y están contribuyendo al retraso en el proceso de recogida.

Estas enfermedades, tal como indica García, dañan a la planta provocándole una pérdida de azúcar. Por ello, es necesario tratar a los cultivos y esperar a que recuperen esa carencia en el porcentaje de azúcar. "Aquellos que no hayan tratado a la planta con los correspondientes productos fitosanitarios pueden encontrarse con una sorpresa negativa en cuanto a la cantidad de kilos y el nivel de polarización", advierte el responsable de COAG.

La guerra contra los hongos

De las tres enfermedades anteriormente señaladas, la que más quebraderos de cabeza está produciendo a los agricultores es la enfermedad fúngica conocida como ramularia y que encuentra una gran proyección en climas húmedos. Los expertos afirman que se puede controlar con mediante fungicidas utilizados para otras enfermedades de la hoja como la cercospora o la herrumbre. No obstante, la posición de ciertos labradores como Fernando García se encuentra muy alejada de esta última afirmación. García denuncia que el tratamiento de la cercospora no es válido para luchar contra la ramularia, instalada desde hace varios años en el campo toresano. Asimismo, el responsable de COAG denuncia "la ausencia de investigaciones por parte de Aimcra (Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera) y los expertos de ACOR, a los cuales no se les ha visto ni por el campo".

1.000 hectáreas menos

Con todas estas circunstancias, la lluvia primaveral, la aparición de enfermedades y hasta el intenso calor vivido en los primeros compases del otoño, las perspectivas para esta campaña no son las mejores. Alcanzar las más de 760.000 toneladas de raíz líquida que la fábrica de Azucarera recogió el pasado año es prácticamente una quimera, más teniendo en cuenta que este curso se han destinado 1.000 hectáreas menos al cultivo de la remolacha respecto al anterior periodo.