La recogida del pistacho en la región de Toro se retrasará dos semanas más de lo previsto, según informa la cooperativa pistachera Naturduero. Este retraso responde a las condiciones climatológicas vividas durante las postrimerías de la pasada primavera y los primeros compases del verano. Las intensas precipitaciones que se vivieron durante esas fechas dejaron unas temperaturas algo más bajas de lo esperado para dicha época del año, retrasando la canícula veraniega. En consecuencia, la maduración del fruto seco, que se esperaba lista para el 20 de septiembre en las variedades más tempranas y el 10 de octubre para los pistachos que requieren una mayor maduración, se retrasará hasta el 15 de octubre, cuando los agricultores que tienen explotaciones en producción podrán empezar a recoger los cultivos.

No obstante, el retraso no parece haber afectado a las condiciones del fruto y desde la sociedad agrícola indican que "las previsiones son muy buenas". "Ahora mismo el pistacho se encuentra lleno, necesita de diez o 15 días más para reventar la cáscara e ir abriendo", señala Jorge Domínguez, presidente de la agrupación radicada en Toro. Asimismo, Domínguez señala que las de acuerdo con las estimaciones de los cultivadores la cosecha del fruto seco "rondará los 6.000 kilos"; tres veces más que el pasado año, cuando la recepción del pistacho se quedó en unos exiguos 2.000 kilos como consecuencia de las heladas sufridas durante las jornadas previas al periodo de cosecha.

En total, la cooperativa Naturduero posee 300 hectáreas de pistacheros. Sin embargo, solo 15 del total de hectáreas sembradas tendrán producción este año. Esto se debe a que el cultivo de este fruto seco es un proceso lento: "Hasta los 4 años de haber plantado el árbol no se ve algo de fruto; y hasta al séptimo no se comienza a recoger producción", explica Jorge Domínguez. Actualmente, las explotaciones con árboles de dos años son las más generalizadas. Para este otoño, solo siete fincas serán las que aglutinen la cosecha de la cooperativa pistachera: Toro, Fresno, San Miguel, Villaralbo y Valdefinjas (donde también se encuentra la planta de procesado) son las ubicaciones de estas explotaciones agrícolas. En esta misma línea, de los 45 agricultores que son parte de la sociedad, solo una decena de ellos recolectarán pistachos.

Kerman, lost hill y sirora son las tres variedades del fruto seco que se cosecharán durante este mes de octubre. Si bien es cierto que el pistacho kerman, extendido en california y de origen iraní, es una de las apuestas más fuertes dentro del sector en toda España, en Toro ha ido perdiendo terreno frente al lost Hill debido a su mayor tamaño. Asimismo, entre sus características destaca que es una variedad de ciclo medio, siendo, por tanto, sus necesidades de horas de frío y calor menores respecto al kerman. En consecuencia, la fecha de recolección puede ser de hasta 15 días antes que la que presentan los pistachos kerman. Por último, el fruto lost hill presenta un mayor porcentaje de frutos abiertos que su variedad hermana, rasgo fundamental en el posterior precio de venta, que puede llegar a mermar hasta en tres euros por kilo en caso de estar cerrado.

La variedad sirora es de momento una variedad minoritaria en los cultivos de Naturduero. Es una derivación creada en Australia, con una alta cantidad de frutos abiertos y con una fecha de maduración más temprana que kerman.

Comercialización

La producción de Naturduero es vendida a otra cooperativa en Villacañas (Toledo) y posteriormente es distribuida a importadores italianos, alemanes y belgas. Solo aquellas remesas que han tardado más en madurar son vendidas a pastelerías nacionales. Este método de comercialización se debe a que la cooperativa, debido a su juventud y a "la falta de subvenciones", no posee las herramientas necesarias para realizar todo el procesamiento del fruto seco. Actualmente, los productores locales están sacando un rédito de entre 8 y 10 euros por kilo. No obstante, una vez realizada la "limpieza" del pistacho, con todos los procesos sanitarios que ello conlleva, el kilo de pistacho puede alcanzar 20 euros. "Para llegar a ese punto todavía nos faltan 3 o 4 años", adelanta el presidente de la sociedad y recuerda que "somos inversores a título particular y no podemos endeudarnos en exceso". A todo esto hay que sumarle que en la actualidad la cooperativa solo obtiene producción de un 5% de las hectáreas cultivadas, por lo que es preferible "salir al mercado con una oferta de 30.000 kilos, que no con una de 6.000".