La actividad de la vendimia en la localidad de Toro se intensificará la semana que viene, según Felipe Nalda, presidente de la Denominación de Origen Toro. "Ya hay 12 bodegas, más o menos, que han comenzado, pero están en periodo de prueba. Es decir, la vendimia en sí todavía no la han comenzado, eso es a partir de la semana que viene donde ya se verá una vendimia más generalizada", afirma Nalda.

Los que verdaderamente conocen de primera mano el proceso de la vendimia desde su origen, los viñedos, son los vendimiadores, que se pasan un mes y medio en los campos de cada bodega cortando los racimos de las cepas, para luego, su posterior conversión en vino.

Los vendimiadores salen de casa sobre las 7.30 horas de la mañana, con pantalones largos y resistentes, con guantes de piel, que se ajusten bien a la mano para prevenir accidentes con la herramienta de corte o el picotazo de una avispa o abeja, una gorra para protegerse del sol de los primeros días de otoño, y las tijeras especiales de la vendimia para cortar los racimos de uva, de la mañana, para pasar un largo día rodeado de sol, viñas y compañía.

La vendimia se puede realizar "a granel". En este caso, la uva se echa en cuévanos que se vacían en remolques adaptados o en cajas, que también son llevadas a la bodega en remolques. Aunque, "siempre tratando la uva con mucho cuidado, ya que es importante que los racimos vayan lo más llenos posible", asegura un jornalero.

La jornada laboral de los vendimiadores comienza a las 8.00 horas de la mañana y varía según el horario que se elija. Uno de ellos es el intensivo, en el que se está cuatro horas por la mañana, un almuerzo de media hora, que te lo incluyen en el salario diario, y luego se continúa la tarea otras tres horas y media hasta las 16.00 horas.

La otra de las opciones es "más tranquila", "ya que se tienen más descansos". La jornada laboral de este también comienza a las 8.00 horas de la mañana, pero se hace un parón de media hora, para almorzar a las 11.00 horas, que "en este caso no te lo pagan", afirma otro jornalero que ha probado las dos opciones. Después, se continua hasta las 14.30 horas y se para una para comer. A las 15.30 horas se reanuda el trabajo hasta las 18.00 horas y se termina la jornada laboral. "Personalmente prefiero la jornada intensiva porque sobre las 16.15 horas ya estás en casa, y además no tienes ese parón para comer, que hace que te cueste más ponerte de nuevo", apunta dicho vendimiador.

Aunque conocer el proceso de la elaboración del vino desde sus orígenes no es nada fácil. La jornada laboral a la que se enfrentan los vendimiadores es de 8 horas 50 euros, es decir, a 6,25 euros la hora, aunque varía según las condiciones de cada bodega. Muchos de los jornaleros piensan que no está bien pagado, aunque "lo entiendo porque estamos en la base de la pirámide, es decir, estamos en el campo", subraya uno de ellos. "Pero, en general, no está bien pagado", continúa.

Este trabajo, además de ser cansado y tener un salario "bajo", tiene cosas positivas. Y es que, "si no tienes estudios, ni nada que hacer, te van a coger y vas a poder ganar algo de dinero", señala un jornalero. La vendimia dura un mes y medio, y durante ese tiempo la persona que no encuentra trabajo, o aquella que quiere ganar un poco de dinero rápido para su ocio, o para sus estudios, puede conseguirlo. "Si no encuentras otra cosa, y lo puedes aguantar, tienes la vendimia para asegurarte algo de dinero", manifiesta un trabajador.

La vendimia es "un trabajo para valientes", que quieren aumentar su cartera, y que pueden aguantar el calor; y una época en la que los campos se tiñen de "morado" y de mucho esfuerzo. Muchos de ellos ya han comenzado la actividad de la vendimia en Toro; otros, todavía no, aunque poco les queda. Dionisio, dios del vino de la Antigua Grecia, estaría orgulloso de los vendimiadores que hacen posible la creación del vino de la Denominación de Origen de Toro.