Ya ha comenzado la jornada laboral en la que cientos de toresanos se pasan el día en las viñas recogiendo la uva. Ya ha llegado la vendimia, una de las fiestas más importantes de la localidad.

El vino en la ciudad ya era importante antes de la dominación romana, ya que durante los siglos XII y XIII se tenía la costumbre de vender sus vinos fuera de sus límites. Este hecho hizo que se pusiera de manifiesto en la concesión de privilegios a los vinos de Toro. Son de tanta importancia que participaron en el descubrimiento de América, debido a su gran capacidad de conservar su alta graduación; y durante el Siglo XX muchas comarcas compraban la uva de Toro para elaborar vinos de gran calidad. Eran una referencia.

Con el paso del tiempo, en los años 70, se creó la Denominación de Origen de vinos Toro. Dicha denominación cuenta con un Consejo Regulador, que tiene como función proteger las normas establecidas por el reglamento que garantiza la calidad del producto. Además, este Consejo promueve la plantación de la variedad de la Tinta de Toro. Una de las obligaciones del consejo es que para la elaboración de los vinos se tienen que utilizar uvas concretas, entre las que están: las tintas, "Tinta de Toro", y "Garnacha Tinta"; y las blancas, "Malvasía" y "Verdejo".

En relación con las características físicas de la zona de producción de la Denominación de Origen, esta, se encuentra al sudeste de la provincia de Zamora, y está dentro de la Comarca Agraria denominada "Bajo Duero".

Los suelos que la componen son de textura arenosa, ligeros, y con contenido de elementos finos en profundidad. Además, son fáciles de trabajar, y son calientes. Su estructura permite la penetración en profundidad de las raíces.

Es importante saber que en la vendimia se tiene que realizar con "esmero", "dedicando sólo la uva sana a la elaboración de vinos protegidos, con el grado de madurez necesario y cumpliendo con las normas de vendimia que el Consejo regulador notificará en cada campaña", según advierte la Denominación de Origen de Toro. En estos momentos las campiñas toresanas se pueblan de recolectores. que se reparten por sus múltiples viñedos.