De una forma didáctica y muy divertida, numerosos niños pudieron conocer ayer el "potencial" de dos instrumentos musicales como la tuba y el bombardino, a través de la narración de un relato en una novedosa sesión de cuentacuentos celebrada en el salón de actos de la Casa Municipal de Cultura.

Esta iniciativa, promovida por el tubista profesional toresano y profesor del Conservatorio de Música de Gijón, David Muñoz, concitó el interés de numerosos niños que siguieron con atención la historia del protagonista del cuento "Las clases de tuba", que fue narrado por Marta Gil, profesora de primaria en la especialidad de música y miembro de la Banda La Lira de Toro. Además de conocer las aventuras del pequeño protagonista de la historia, el público que asistió a la sesión de cuentacuentos también pudo disfrutar de la música en directo que interpretó un ensemble de tubas y bombardinos, formado por alumnos de ambos instrumentos de Toro, Morales de Toro, Salamanca o La Bañeza. Las diferentes melodías se intercalaron con el ameno relato y sirvieron para acompañar las ilustraciones del cuento que fueron proyectadas en una pantalla y que permitieron a los pequeños seguir con facilidad la historia y dejar volar su imaginación.

El cuento "Las clases de tuba" fue creado en el año 1997 por T. C. Bartlett y narra, a través de las ilustraciones realizadas por Monique Felix, las peripecias de un niño que se dirige a su clase de tuba y que, al igual que Caperucita, tiene que atravesar un bosque para llegar a su destino, bosque en el que suceden historias maravillosas y extraordinarias. Una vez concluido el relato del cuento, que ha sido adaptado por Ana María Pérez, profesora de clarinete en el conservatorio de Gijón, los niños que asistieron a la sesión pudieron tocar un bombardino y contemplar de cerca cómo funciona este instrumento y sus sonidos. Sobre la actividad celebrada ayer en la Casa Municipal de Cultura, Muñoz resaltó que una de las labores de todo tubista profesional es la difusión de la tuba y el bombardino y que "el primer paso para dignificar nuestros instrumentos es que la sociedad conozca todo su potencial, ya que si conseguimos esto es posible que muchos quieran hacer música usando la tuba y el bombardino".