Tras una pasada campaña marcada por la sequía que azotó a toda la península Ibérica durante el 2017, la Denominación de Origen Toro y sus homólogas en el resto de Castilla y León tienen buenas expectativas para la vendimia de este año en cantidad y calidad. En la DO Toro, de acuerdo a algunas informaciones aportadas a la agencia Ical, no descartan la posibilidad de recuperar la producción de 23 millones de kilos alcanzada hace dos años, y prevén una cosecha "regular" de entre 21 y 24 millones. También se volverá a la "normalidad" en las fechas de recogida, que se calcula que arrancarán entre el 15 y 20 de septiembre. La uva está en estos días en continuo crecimiento y se han mantenido "a raya" enfermedades como el mildiu y el oidio, que ha surgido pero de manera "muy localizada".

Las previsiones, por lo tanto, son positivas, en especial después de las bajas temperaturas que no llegaron a estar por debajo de los cero grados, y alguna tormenta que afectaron a la zona de la DO pero que fueron "generales" y no tuvieron una repercusión más que localizada, explicó el presidente de la DO Toro, Felipe Nalda. Las lluvias permitieron el lavado de la flor, que se cuenta con una masa vegetativa "perfecta" porque ha habido "agua suficiente" para la recuperación del viñedo de los últimos dos años.