Su marcada personalidad y su legado artístico han dejado una profunda huella en la memoria de la ciudad de Toro que, este año, rendirá un homenaje a su pintora más universal, Delhy Tejero, para conmemorar el 50 aniversario de su muerte. Con motivo de esta efeméride, el Ayuntamiento de Toro está diseñando un programa especial de eventos que será presentado en breve, aunque también ha decidido retomar el expediente para nombrar a Delhy Tejero Hija Predilecta de la ciudad, a título póstumo. El alcalde de Toro, Tomás del Bien, destacó que el expediente para otorgar a la artista toresana una de las máximas distinciones de la ciudad se inició en el año 1981 y, desde entonces, está paralizado por diferentes motivos, sin que "nadie lo haya concluido". Tras hallar el expediente, el equipo de Gobierno ha decidido ahora retomar el proceso para conceder a Delhy Tejero esta distinción a título póstumo porque, según Del Bien, "es una de las figuras universales de Toro" Una vez finalizado el expediente será elevado al Pleno para su aprobación definitiva, proceso que podría demorarse hasta después del verano.

El Reglamento de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Toro establece que el título de Hijo Predilecto solamente podrá recaer en aquella persona física que, habiendo nacido en el municipio, haya demostrado destacadas cualidades personales, méritos señalados o servicios prestados en beneficio, mejora y honor de la ciudad de Toro y haya alcanzado tan alto prestigio y consideración general indiscutible en el concepto público, que la concesión de este título represente un preciado honor, aún más que para quien lo recibe, para la Corporación que lo otorga y para el pueblo toresano por ella representado. Para conceder el título de Hijo Predilecto, el Ayuntamiento tiene en cuenta diversos méritos que, en el caso de Delhy Tejero, se relacionan con el hecho de que efectuó "trabajos de extraordinaria importancia en el campo artístico", aunque también la pintora toresana destacó por sus "cualidades humanas" en el campo del arte que le ayudaron a alcanzar un indiscutible prestigio a nivel nacional e internacional.

Al margen de la concesión de esta distinción, el Ayuntamiento tiene previsto presentar en breve el programa especial de eventos que está organizando para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Delhy Tejero y uno de los más importantes, como avanzó el alcalde, será una exposición conformada por algunas de sus obras. En la organización de la muestra, el Ayuntamiento contará con la estrecha colaboración de los familiares de Delhy Tejero que, como reconoció el alcalde, "siguen buscando alternativas" para la amplia colección de obras que conservan.

Por el momento no se han concretado las fechas en las que se podrá admirar esta exposición, aunque el Ayuntamiento baraja la posibilidad de que pueda inaugurarse en verano y permanezca abierta hasta después de la fiesta de la Vendimia, para coincidir con la fecha del fallecimiento de Delhy Tejero en Madrid, el 10 de octubre de 1968. Al margen de la exposición o de su reconocimiento como Hija Predilecta de su ciudad natal, el Patronato de la Casa Municipal de Cultura ha aprobado recientemente la organización de un seminario que se celebrará con una periodicidad anual y que llevará el nombre de la artista toresana. Las primeras ediciones de este seminario se centrarán en la figura, el amplio legado artístico de Delhy Tejero o en sus distintas "vertientes y universos", mientras que en años sucesivos se dedicará a los movimientos culturales en los que participó o a la época en la que vivió, entre otros temas.

Delhy Tejero, según los datos biográficos recopilados para su web oficial, nació en 1904 en el seno de una familia oriunda de Toro en la que abundaron las profesiones liberales. Su infancia, al igual que la de sus dos hermanas, estuvo marcada por la muerte de su madre y por la dedicación del padre a sus hijas, que determinó su particular formación. A pesar de sus deseos de ir a Madrid para iniciar su formación artística, su situación familiar no se lo permitía, pero en su ciudad natal pudo recibir clases de dibujo en la Fundación González Allende. En 1924 publicó su primera ilustración firmada todavía con su verdadero nombre Adela Tejero, en el periódico "El Noticiero de Toro". Un año más tarde se trasladó a Madrid para estudiar y, desde entonces, a base de esfuerzo y talento, consiguió alcanzar sus objetivos y convertirse en una reconocida artista.