La situación del campo toresano, y del conjunto del país, ha dado un vuelco total desde el inicio de 2018. Los regantes locales se llevaban las manos a la cabeza con la entrada del año al observar que del cielo seguía sin caer una sola gota. Pero la llegada de la primavera, la más lluviosa desde 1965 y la tercera más fría en lo que llevamos de siglo, lo cambió todo, llenando los embalses y permitiendo a los agricultores apostar por los cultivos de regadío. Las buenas noticias continúan llegando, la junta de explotación de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) comunicó esta semana a los canales dependientes del Sistema Pisuerga la subida en la dotación de agua hasta los 6.000 metros cúbicos por hectárea. Un aumento en la cuota de agua que los regantes toresanos venían reclamando desde hace más de un mes, ya que a su parecer "los embalses presentaban un nivel de agua más que suficiente".

Ayer, el canal Toro-Zamora, presidido por Pedro Pablo Ballesteros, celebró una Asamblea General Extraordinaria para comunicar a los comuneros el aumento en la dotación de agua por hectárea. La poca asistencia a la reunión es el indicativo más claro de que las cosas van bien, pues cuando el agua escaseaba muchos comuneros debían quedarse de pie ante la ausencia de sillas. En la reunión del canal, el presidente aprovechó también para recordar a los agricultores la importancia de ajustarse a las horas de riego necesarias.

Sobre esta última cuestión, el canal Toro-Zamora acordó en el año 2017 cobrar el exceso de horas de riego no utilizadas pero sí pedidas (con el correspondiente gasto mancomunado que ello supone). No obstante, debido a la sequía se decidió hacer la vista gorda un año más con el fin de no aumentar las dificultades económicas a los regantes. No obstante, todo parece indicar que este año los comuneros deberán pagar en la factura final las horas de riego no utilizadas.

Cultivos

Finalmente, las lluvias primaverales han dejado un gran escenario para los agricultores zamoranos. Los regantes, especialmente los de explotaciones modernizadas como la del canal Toro-Zamora, disponen de una elevada dotación de agua, pero la tardanza de las precipitaciones obligó a muchos labradores a ocupar gran parte de sus parcelas con cultivos de secano. Actualmente, las plantaciones de invierno ocupan un 40% de los terrenos adscritos al Toro-Zamora, lo que supone un menoscabo en los futuros ingresos de los agricultores, que hubieran obtenido una mayor rentabilidad en el caso de haber completado su siembra con un 100% de productos hortícolas.

Riego "a manta"

La parte negativa de toda esta situación se la llevan los comuneros del canal de San José, los principales perjudicados por el nuevo sistema de dotaciones impuesto por CHD. Su comunidad (no modernizada), mantiene el sistema de riego por inundación (o riego a manta) y las cuotas de 5.000, 6.000 o 7.000 metros cúbicos por hectárea se hacen insuficientes para sacar adelante una campaña con cultivos de verano. Antonio Roldán, presidente del San José, se muestra "en total desacuerdo con las limitaciones impuestas desde Confederación". A su juicio, "el río lleva un nivel de agua más que suficiente" para poder regar las parcelas. Conocedores de esta situación, los agricultores del San José han ocupado sus parcelas en un 70% con cultivos de cereal. Esperan salvar la campaña, pero no obtener una rentabilidad alta de sus explotaciones. La comunidad del San José ha votado hasta en tres ocasiones en contra de la modernización de su sistema de riego.