El director de cine toresano, Gsus López, recibirá hoy, a partir de las 20.00 horas, un homenaje en el Teatro Latorre. En este acto, el público podrá disfrutar de todos sus cortometrajes y de un coloquio posterior con el autor. Tras rodar varios cortos, el director de cine toresano trabaja en la actualidad en su primera película, "Historia de madrugada".

- En el Teatro Latorre descubrió su pasión por el cine, ¿cómo se imagina el regreso a un escenario tan especial en su vida profesional y personal?

-Es muy emocionante que proyecten todos mis cortometrajes en este teatro. Además de ser un edificio precioso, tengo muchos y muy buenos recuerdos de ver obras allí desde que era pequeño, cuando nos llevaban los profesores del colegio Magdalena de Ulloa y posteriormente del instituto Cardenal Pardo Tavera donde estudié. Además fui mucho al cine cuando el teatro funcionó como tal unos años, creo que ya no es el caso. Espero que algún día vuelva a serlo.

-¿Cómo surgió la idea de organizar este homenaje?

-A través de facebook. Me escribió hace unos meses Tomás del Bien, el alcalde, y me dijo que llevaba tiempo siguiéndome la pista a través de redes sociales y veía que mis trabajos eran proyectados por todo el mundo y que le encantaría programar un ciclo para poder compartirlos con los toresanos y toresanas. Yo acepté encantado naturalmente.

-Aunque desde hace años reside en Londres, ¿mantiene la vinculación con Toro?

-En Londres llevo casi diez años. ¡El tiempo vuela! Ahora en Toro, sólo me queda mi abuelo Bautista. Intento visitarlo mínimo una vez al año, que es demasiado poco la verdad, precisamente porque compagino lo mejor posible el trabajo con todos los viajes que me surgen.

-¿Cuál ha sido su evolución desde el estreno de su primera obra?

-Muy poco a poco como es habitual en este mundillo. El primer corto fueron cinco minutos con dos actores y sin diálogos. Y ahora mismo me encuentro en mi punto de evolución máximo, porque estoy dando el salto del mundo del cortometraje en el que llevo siete años y desde hace ya dos trabajo en mi primer largometraje. Por eso es doblemente especial que se pongan todos mis cortos en el Teatro Latorre. Será como cerrar un ciclo de mi vida profesional, uniéndolo con la personal.

-Dedicarse a la dirección, ¿precisa una formación continuada y exigente?

-Creo que los que nos dedicamos a esto caemos un poco en ello por accidente. Evidentemente siempre me gustó el cine, pero nunca pensé que terminase dedicándome a ello, por eso mi formación ha sido quizás algo inusual, ya que no he ido a una escuela de cine, aunque no hay un libro de instrucciones para dirigir. Lo cierto, es que nunca paras de aprender y de formarte: leer mucho y ver muchas películas es algo esencial, como las relaciones que vas entablando con otros profesionales del cine en festivales y eventos especializados.

-¿En qué se inspira para crear las historias que se convierten en el hilo conductor de sus cortometrajes?

-Desde una canción, un sueño, mi propia vida, recuerdos, una historia que me cuentan, o una conversación que de repente se repite con mis amistades. Ahí, hay veces que encuentro temas que hablan de un problema o preocupación generacional como el tema de ligar online. Así escribí "La Berenjena", por ejemplo.

-La proyección de sus trabajos en festivales internacionales ¿ha contribuido a que sea considerado una firme promesa del cine español?

-¡Eso espero! Aunque aún es pronto para saberlo, supongo que cuando haya hecho mi primera película se hablará de si soy una promesa del cine español o no. Mi propuesta es más de cine de autor europeo, pero en español. El tiempo lo dirá.

-¿Qué premio de los que ha recibido valora más?

-Siempre guardaré con especial cariño el primer premio que gané, que fue el ASVOFF al mejor corto que me entregaron Diane Pernet y Rossy de Palma en Barcelona en 2012. Aún estaba estudiando en la Universidad y todo me parecía como un sueño, pero con el tiempo he sabido valorar más el empuje que me dio. Es un trabajo muy solitario la mayor parte del tiempo, y si tú no crees en ti mismo, nadie lo va a hacer por ti, pero cada vez que recordaba ese momento, me daba aliento para seguir adelante.

-Acaba de ser seleccionado como director para la red BFI de la red BAFTA BAFTA, ¿qué supone esta elección?

-Es una gran oportunidad. Cada año eligen a 150 miembros nuevos, de miles que se presentan. Es una iniciativa del British Film Institute y BAFTA (la academia de Cine y TV británica, como los GOYA en España) que durante un año te permite asistir a eventos de networking exclusivos para sus miembros, clases maestras y encuentros con expertos del sector para ayudarte a avanzar en tu carrera y hacer los contactos necesarios. También potencian la colaboración, ya que todos los filmmakers seleccionados este año tenemos en común que estamos trabajando de lleno en nuestras óperas primas.

-Desde hace tiempo trabaja en su primer largometraje, ¿puede adelantar algún detalle sobre la película?

-Se titula "Historia de madrugada" y es un drama LGBT en el contexto de la prostitución masculina en Madrid. Para escribir el guión, me he inspirado en uno de los testimonios reales que aparecen en el libro "La difícil vida fácil" de Iván Zaro. Además he colaborado como voluntario con la ONG Imagina Más y he entrevistado al verdadero protagonista, que se ha convertido en un amigo. Será una película melancólica, pero llena de esperanza que trata temas universales como el poder de reinvención de las personas, la búsqueda del amor (propio y en pareja), la importancia de una buena amistad y de perseguir tus sueños. Aportará una lectura diferente al mundo de la prostitución y primarán los sentimientos sobre lo meramente físico. Estoy trabajando en ello junto a mi productora creativa María Delgado, y hace poco fuimos seleccionados para presentarlo en el 5th Pitchbox Madrid de Filmarket Hub. La prestigiosa revista Variety nos hizo una mención especial en un artículo publicado durante el pasado Festival de Cannes. Tras el evento en Madrid, tres productoras importantes en España se han interesado y ya están leyendo el guión, así que algo está a punto de ocurrir. Crucemos los dedos.