El PP criticó ayer el traslado del "toro de piedra" desde la rotonda situada junto al Arco de Santa Catalina, lugar en el que ha permanecido medio siglo, hasta la plaza de San Agustín, junto al Alcázar. El portavoz popular, José Luis Prieto, argumentó esta crítica en varios motivos, tales como que el "toro de piedra" y el Arco de Santa Catalina conformaban un "conjunto" que atraía a turistas o que "acumular patrimonio" en las inmediaciones del Alcázar, la Colegiata y la Plaza Mayor "no tiene mucho sentido", ya que "es importante que haya una distribución del patrimonio que permita a los visitantes desplazarse por varios lugares".

Para Prieto, las razones de "seguridad" esgrimidas por el Ayuntamiento para justificar el traslado de uno de los símbolos de la ciudad carecen de fundamento, tal y como demuestra el hecho de que durante el medio siglo en el que la pieza ha podido ser admirada junto al Arco de Catalina, "no se ha producido ningún incidente que haya puesto en peligro la integridad del toro de piedra". En este punto, el portavoz popular remarcó que "nadie puede garantizar" la seguridad de la valiosa escultura "en ningún lugar", ya que en el emplazamiento al que ha sido trasladada "también pueden ocurrir desgracias, que esperemos que no sucedan". Por este motivo, el PP se sumó ayer al llamamiento al civismo realizado por el Ayuntamiento tras el traslado, para que "se respete, como se ha respetado hasta ahora, esa seña de identidad de la ciudad".

Por último, Prieto destacó que, antes de materializar el traslado, el Ayuntamiento podría haber consultado a los vecinos sobre el cambio de emplazamiento del "toro de piedra" o sobre la "acumulación de patrimonio en una misma zona", en detrimento de otros barrios de la ciudad. Sobre el traslado del "toro de piedra" también se han pronunciado numerosos ciudadanos en las redes sociales y mientras algunos alaban el cambio de lugar, otros lo cuestionan abiertamente.

Al margen de la polémica suscitada por el cambio de lugar, en el día de ayer el restaurador contratado por el Ayuntamiento para consolidar la pieza continuó realizando las labores de "unión" a la nueva peana de granito instalada junto al acceso principal del Alcázar.