Una decena de importadores chinos participa durante esta semana en una misión inversa organizada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Toro, con el objetivo de que bodegas de la zona puedan cerrar operaciones comerciales en China. En el marco de esta misión inversa, los importadores pudieron catar ayer, durante un showroom, los vinos que elaboran 19 bodegas de la zona, así como las características de los viñedos de los que proceden las uvas empleadas en el proceso de producción. Los importadores chinos también pudieron compartir impresiones sobre los vinos catados con los bodegueros, con el objetivo de determinar cuáles de sus tintos pueden adaptarse a los distintos nichos de mercado. Además de participar en este showroom, los importadores asiáticos también han podido descubrir durante su visita a la Denominación de Origen, el patrimonio histórico y artístico que atesora la ciudad y, durante esta semana, también podrán conocer las instalaciones de algunas bodegas de la zona.

Sobre esta acción comercial, el presidente de la Denominación de Origen, Felipe Nalda, resaltó que "China es un mercado muy importante", en el que el interés por los vinos es "creciente". Además, resaltó que los importadores han trasladado a las bodegas que los vinos de Toro "son diferentes a otros que prueban a nivel nacional" y que, aunque los consumidores chinos están acostumbrados a vinos menos estructurados, saben valorar la calidad. En la actualidad, China y Estados Unidos son los países que más vino consumen en el mundo.