Más allá del ambiente festivo que caracteriza a la romería del Cristo de las Batallas, la celebración mantiene sus raíces religiosas y, cada año, son numerosos los toresanos que imploran protección al patrón de la ciudad. A estos orígenes se refirió el párroco Benito García, durante la homilía de la misa de fiesta, alocución en la que lanzó una advertencia a una ciudad "que poco a poco" se aleja de su patrón, en alusión a que son muchos los toresanos que aprovechan el largo puente para viajar, en lugar de participar en la "gran fiesta" de Toro. Además, recordó que la devoción que los vecinos sienten por la imagen "ha estado siempre alimentada por tradiciones piadosas", como la que Toro revive cada Lunes de Pentecostés.

En su homilía García también imploró protección para la ciudad, petición que extendió a aquellos que "han querido ausentarse rompiendo la familiaridad de la fiesta" e invitó al conjunto de la sociedad a "acordarse" del Cristo de las Batallas durante todo el año. En la misma línea, Fernando Roldán, presidente de la cofradía reconoció que, este año, menos vecinos se han congregado en la pradera, ya que muchos optan por viajar durante el puente o reunirse en fincas cercanas. No obstante, subrayó que durante todo el año, los toresanos "tienen muy presente a su patrón" y que son muchos los que, cada mes, acuden a las misas que se ofician en la ermita o se acercan a la pradera para visitar a la imagen. Por otra parte, Roldán destacó que la cofradía pasará a ser mixta, una vez que el obispado apruebe los estatutos que fueron remitidos a la entidad hace ahora doce años, ya que tras su ratificación las mujeres podrán ingresar en la hermandad. Por último, recordó que la cofradía ha renovado y mejorado la iluminación de la ermita y pidió a los toresanos que respeten la pradera, en la que el Ayuntamiento ha acometido diversas actuaciones para que todos los vecinos puedan disfrutar del paraje. La cofradía cuenta en la actualidad con 453 hermanos.